viernes, 30 de noviembre de 2018

¡EMBOSCADA¡ TANQUETAS AL ASALTO

Una obra que se centra en el estudio del empleo de los vehículos blindados en las guerras no-convencionales o de contra-guerrillas. Un estudio muy necesario para comprender esta particular forma de lucha y cómo las tripulaciones de los carros de combate les enfrentaron a lo largo de más de medio siglo, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
La obra tiene capítulos dedicados a estas luchas en El Salvador, Nicaragua, Cuba, México y Colombia que la vuelven indispensable para aquellos que estudian nuestras guerras. en sus 452 páginas, divididas en 10 capítulos, el autor hace una aproximación a uso de este tipo de vehículos en un ambiente catalogado por la mayoría de especialistas, como prohibitivo y nos explica el por que de su uso en tales circunstancias y el porqué los estrategas recurren a su uso pese a sus obvias desventajas.

El capítulo salvadoreño es muy interesante pues se presenta por primera vez la historia de los carros blindados construidos en la Maestranzas gubernamentales durante el conflicto interno, sus números de producción y tipo de vehículos, algo hasta ahora faltante en el detalle de la guerra salvadoreña. El otro capítulo de mi gusto es el dedicado a Nicaragua, donde los tanques Sherman tuvieron un papel destacado y hasta ahora olvidado. Su estudio nos demuestra que pese a sus escasos números, los carros blindados en Nicaragua dieron una dura lucha a las guerrillas sandinistas.
El capítulo cubano es interesante porque después de analizar la lucha de las unidades blindadas del ejército de Batista, el autor nos lleva  alas selvas africanas donde el blindaje cubano haría frente tanto a los sudafricanos como a las guerrillas de UNITA, una experiencia poco estudiada por nuestros historiadores y que ha dejado grandes enseñanzas en esta lucha de más de medio siglo entre los tanques y las guerrillas.
Las operaciones en los enfrentamientos librados en Chiapas, entre la caballería blindada del ejército mexicano y los rebeldes zapatistas ilustran uno de los capítulos poco entendidos de esta relampago lucha; a ela se une la descripción de las operaciones desarrolladas por las caballería colombiana en su larga guerra contra las guerrillas del ELN y las FARC.
Más de 100 fotografías en blanco y negro y a color ilustran y presentan al lector una excelente obra que es coronada con los estudios del empleo del blindaje en Afganistán y Chechenia por los soviéticos en los años finales del siglo XX. El autor ha agregado perfiles que ayudan a entender las capacidades de los vehículos blindados y son hasta ahora, el estudio más completo sobre estos vehículos en la región centroamericana y del caribe, sobre una de las temáticas más apasionantes de nuestra guerras.

martes, 27 de noviembre de 2018

MEMORIAS DE UN SOLDADO

Compre este libro con muchas expectativas pues conocía a su autor y se de su gran carrera como soldado aguerrido y espero que su lectura guste a los lectores. Escribir memorias es un tanto difícil pues el autor desnuda su particular participación en unos hechos traumáticos y a veces muy dolorosos que a veces impiden hablar francamente sobre ellos. Eso es entendible pero las memorias son esos, recuerdos de nuestro pasado que compartimos con los lectores para bien o para mal.
La técnica de escribir sin dar los contextos correspondientes al hecho que se esta describiendo no es muy adecuada en las memorias militares, sobre todo porque impiden al lector el poderse ubicar en tiempo y espacio sobre los hechos descritos, dejando un sentimiento de si lo que se escribe es ficción o una realidad.
Por lo general las memorias militares tienden a compartir en detalle, y aunque el autor de la presente obra, lo afirme, se nota la falta precisamente de esos detalles, claro que cada quién escribe lo que quiere pero se espera que los aportes de las memorias den una enseñanza, no solo la moraleja general de la obra sino de aquellas situaciones bélicas que sirven de experiencia a otros para no cometer los mismos errores, esto no puede ser logrado sin escribir los detalles de una batalla o de un combate, sin el adecuado contexto que nos ayude a entender lo que el autor nos quiere transmitir, sobre todo, cuando sus lectores no son versados en los temas militares.


Dividido en tras grandes capítulos, dedicados a las operaciones que el autor desarrollo en el norte de Morazán, Usulután y San Vicente, la obra se pierde en contadas historias impersonales, sin contextos y sin los detalles que pudieron haberla convertido en una gran historia. Sin embargo podemos rescatar tres momentos, aunque incompletos, de las vivencias del autor. 
La nueva táctica que implementa el ejército salvadoreño al colocar sus unidades de Élite en la zona de Perquín, Morazán para negarle a las guerrillas Marxistas el control de la zona norte del Departamento de Morazán; La emboscada que sufrió la unidad de Recondo del Batallón Belloso en abril de 1983, en San Simón, Morazán, que acabó con esa unidad y la participación del autor en la Operación Paz y Bienestar para San Vicente, la única operación intentada como parte de un programa mayor de pacificación.
Las tres operaciones, de mucha importancia en la historia de la guerra salvadoreña, son ligeramente tratadas en un par de párrafos que nos dejan con aquella sensación que el libro pudo ser mucho más. Siendo tan escasas las obras escritas por militares salvadoreños veteranos del conflicto interno, la presente viene a sumarse a un esfuerzo por arrojar luz sobre ella; un esfuerzo que debe ser aplaudido y apoyado.
Son 122 páginas escritas en un lenguaje llano y muy franco, lastimosamente está desprovisto de mapas que ayuden a ubicar al lector o de fotografías que nos permitan acercarnos a las vivencias del autor. Esperemos que en un futuro, una segunda edición tenga en cuenta tales falencias y se convierta en un verdadero testamento a los hombres que conformaron una de las unidades de Élite de aquel ejército del que solo ha quedado sus historias, el Batallón Ramón Belloso.

martes, 20 de noviembre de 2018

EL BATALLÓN MALDITO

Este es un libro que había querido leer desde hace tiempo y por fin lo encontré en la biblioteca de uno de mis amigos. Estas son las memorias del Myr. Rafael Alberto Paniagua Araujo, quien durante la guerra contra Honduras fungió como oficial S-I/IV Personal y Logística del 5to. Batallón de Infantería en el TONO durante los ataques y ocupaciones de Aramecina y Caridad.
La obra escrita sin mayores pretensiones nos adentra desde el principio en la conformación y preparación del 5to. Batallón de reservistas movilizados hasta los violentos combates que dicha unidad libró al atacar las defensas hondureñas en Aramecina y Caridad. Son 43 páginas divididas en dos capítulos llenas de relatos vívidos del autor que mantiene la atención del lector a lo largo de sus páginas.
Los aspectos organizativos nos dan un vistazo a la preparación y el trabajo que los oficiales asignados a una Plana Mayor a nivel Batallón deben cumplir antes de ejecutar la misión de combate. Aspectos particulares del ejército salvadoreño de aquella época y que explican la superioridad técnica y táctica sobre sus homólogos hondureños. son importantes los aspectos logísticos de referidos a la alimentación y el abastecimiento de las municiones, su aseguramiento y transporte cuando se tiene un obstáculo de agua que cruzar.
Aquí revela el autor, lo importante que fue contar los zapadores del DUA y del ejército para construir un puente sumergido provisional que asegurar el paso de los abastecimientos sin el peligro de que fuera destruido por la aviación enemiga. Brillante uso del ingenio para salvadoreño para cumplir con esta misión.
Quizás el relato más importante son los combates urbanos que se libraron en Aramecina en plena noche para desalojar  a las fuerzas hondureñas sin contar con los medios de comunicación adecuados para ello, y el empleo de los morteros para apoyar este tipo de acciones. Todas interesantes lecciones para los militares de hoy día que dependen demasiado de los adelantos tecnológicos de hoy día.
Es de las pocas obras salvadoreñas que relatan las vivencias de una unidad de reservistas movilizados y que contribuye a la poca bibliografía respecto de esta guerra. Qué lástima que ya no se volviera a editar una segunda edición. 


Lo que no me parece, es que el autor haya decidido mantener en secreto algunos aspectos relevantes de los combates nocturnos y otros hechos pretextando el secreto militar, por suerte esta conducta no es de todos los militares, sino, ya me imagino que sería de los estudiosos tratar de entender los combates librados en Stalingrado por alemanes y rusos sin los detalles de sus operaciones.
en fin, definitivamente una obra que no se puede dejar de leer si nos interesa la guerra que en julio de 1969 libraran ambas naciones.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

LA GUARDIA NACIONAL DE EL SALVADOR Y LA REPÚBLICA CAFETALERA, 1912-1932

Un libro que todo historiador e investigador de nuestra historia debe leer. Estudiar uno de los cuerpos de seguridad pública más emblemáticos que ha tenido El Salvador, cuando este ha desaparecido es una ardua tarea, no hay fuentes directas disponibles y el archivo histórico de la Guardia Nacional se encuentra "desaparecido". El autor ha hecho un esfuerzo por arrojar luces a uno de los periodos decisivos en la formación y organización de la Guardia Nacional, sus primeros 20 años de vida, en un momento difícil por el que atravesaba el país, y donde la delincuencia campeaba en las zonas rurales.
En 277 páginas y 7 capítulos, el autor nos adentra en la historia no escrita de la llamada "La Benemérita Guardia Nacional", un nombre que recorrería la campiña salvadoreña castigando a los criminales violentos que asolaban nuestro terruño.
La bibliografía incompleta consultada para este trabajo, es casi lo único que hay disponible para entender la organización y desarrollo de este cuerpo de seguridad pública. Los informes desde adentro nos permiten indagar sobre la real problemática de su organización a nivel de personal, equipaje y sostenimiento económico; y desde la consulta de los medios de prensa de la época, evocar la percepción que la sociedad tenía de este nuevo cuerpo. Así pues, nos da un raro ejemplo de visión integral al escribir sobre temas militares, muy raro o al menos muy escaso cuando los académicos abordan este tipo de problemática.
El uso del dibujo para ilustrar los diferentes tipos de uniformes que uso la Guardia Nacional en esos primeros 20 años de su vida institucional es todo un acierto que muy recientemente se ha incorporado al país por los miembros del Círculo de Escritores Militares en sus obras referidas a la historia militar del país. El uso de mapas ubica al lego o extranjero en estos menesteres y da una comprensión de la lectura situando los hechos militares en un contexto entendible.


El capítulo que más he disfrutado es el referido a la intervención de la Guardia Nacional en la lucha contra el levantamiento campesino de 1932. Muchos mitos se desmoronan en este estudio, dos de los cuales comparto plenamente. Uno es el relativo al número de bajas que la propaganda marxista ha propagado desde esos días y que muchos académicos siguen repitiendo profusamente hoy día, me refiero a las 30,000 muertes, La obra esclarece muy bien, con fuentes documentales y se aproxima a un total de víctimas más acorde con la realidad, ubicando la cantidad de muertos entre los 4,000 a los 8,000 muertos.
El otro mito es que los comunistas criollos lideraran el alzamiento campesino, aunque queda claramente expuesto que lo patrocinaron y estaban trabajando en su organización cuando éste explotó. Sin embargo, los acontecimientos les sobrepasan y no pudieron liderarlo, sólo alcanzaron a sumarse a el. En este punto es muy interesante para nuestra historia, los datos aportados por el autor sobre el trabajo de infiltración que los comunistas ya tenían dentro de la FAES, lo que se volvería a repetir casi 50 años después, cuando elementos del ejército nacional pasarán a trabajar para los comunistas en nuestra amarga guerra de 20 años.
Hasta ahora, nadie de los autores que han escrito sobre el 32, había reparado en este hecho, documentando cómo el autor en la presente obra. Lo único que puedo criticarle al autor, es mencionar el sistema de organización de la Guardia Nacional sin explicarlo más detalladamente cuando habla de la formación de los Tercios y las Líneas. Esta organización, que viene de la influencia española, una misión española organizó a la Guardia Nacional desde sus inicios, no es explicada por el autor y nos deja la duda del porqué de esta organización y en qué momento la abandona la Guardia Nacional.
Amigos, claramente hay que leer este libro y esperar que los académicos por fin dediquen algo de su tiempo al estudio de la institución militar del país, que desde hace mucho rato, hacía falta.

miércoles, 31 de octubre de 2018

COLINA 110. INSURRECCIÓN LOS LAURELES Y MASACRE GN

Son 104 páginas de uno de los combates menos publicitados de la insurrección en Managua, aquel junio y julio de 1979, cuando jóvenes rebeldes desafiaron a las tropas regulares de la Guardia Nacional de Somoza. Este libro tenía todo para ser un verdadero testimonio sobre esa lucha en las calles de la capital nicaragüense en los últimos días agónicos de la dictadura de los Somoza, digo tenía porque lastimosamente esta llena de muchos errores y exageraciones. La obra se publicó en 2009 y ya para ese tiempo, mucha tinta ha corrido sobre la revolución sandinista para venir a afirmar que en las luchas finales del régimen, tropas del CONDECA (Concejo Centroamericano de Defensa) combatieron al lado de la GN en contra de los rebeldes.
Lo otro es que, la cantaleta de la izquierda de que todos los combates donde los insurgentes perdieron, fueron masacres de la GN y donde tuvieron éxito, fueron brillantes maniobras militares de jóvenes sin entrenamiento y casi sin armas. Repetida una y otra vez a lo largo de todas las fronteras de nuestro continente, quienes la siguen propagando creen que por ello se convertirá, a lo largo del tiempo en una verdad inobjetable. Mal hacen a la memoria de los combatientes aquellos que con sus exageraciones pretenden rendir tributo a los caídos, de uno u otro lado.


La lectura sin embrago me ha atraído por otras razones. Son los primeros destellos registrados de los combates urbanos librados en aquella guerra que nos ayudan a entender el papel de unidades como los BECAT (Brigada Especial Contra Actos Terroristas) de la que muy poco se sabe hasta ahora, o de las escuadras caza-perros que tenían por misión asesinar a los agentes de la GN. La táctica usada por los combatientes de la EEBI (Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería) en la lucha urbana y su coordinación con el apoyo aéreo. Sin duda interesantes lecciones para nuestros centros de estudios militares y para los historiadores militares.
Aunque es un relato corto, esta lleno de mucha información interesante, eso sí, hay que sacarle todo el lenguaje propagandístico para obtener sus enseñanzas. La tarea de rescatar esos testimonios es una que debió haberse hecho en El Salvador y Guatemala, agregando a los veteranos de los ejércitos pues si no, se vuelve una historia parcial que solo sigue abonando a la desinformación y las exageraciones de aquellos interesados en la política. Y son, quizás, los Alcaldes los que están en la mejor situación de rescatar esos testimonios, pues en sus territorios viven estos veteranos.
otro dato importante del libro es que nos explica la organización militar de los insurrectos y el esquema general del levantamiento en la capital que planificó el FSLN y u fracaso, aunque quieran llamarlo de otra forma, o como dijo alguien hace muchos años, al pan, pan; y al vino, vino. De fácil lectura, altamente recomendable para nuestros estudiosos e investigadores.

domingo, 28 de octubre de 2018

EL SALVADOR, UN PUEBLO QUE SE REBELA. CONFLICTO BÉLICO JULIO 1969, TOMO I

Otro clásico escrito sobre la guerra librada con Honduras y que se publicó en 1973. Es una obra compuesta por dos tomos, ahora haré los comentarios al Primero de ellos. Con 654 páginas, el libro es algo extenso y más que una investigación para aclarar algunos hechos sucedidos en aquella época en la que el autor vierta su opinión, el mismo es más bien, una recopilación de artículos aparecidos en la prensa antes, durante y después de la guerra, por lo que es un vistazo a cómo veía la prensa y sus columnistas el desenvolvimiento de los hechos que nos llevaron a esa guerra.
Interesante porque nos ubica en los sentimientos del momento y nos permite interiorizarnos de ellos, algo fundamental, a mi entender, para comprender el amargo conflicto que enfrentó a salvadoreños contra hondureños y que hasta el día de hoy nos sigue persiguiendo. Para nadie es un secreto la animosidad con que son recibidos los salvadoreños en aquel país y lo difícil que se vuelve intentar acceder a sus fuentes cuando de investigar dicho conflicto se trata.
El autor nos lleva en un recorrido histórico que va matizando con algunas ideas propias, y otras que resultaron de muchas conversaciones como él mismo lo expresa. Interesante es el par de artículos dedicados a "Los bellos durmientes" como la prensa bautizó a aquellos dos oficiales que junto a 42 elementos de tropa fueron apresados por los hondureños en Nueva Ocotepeque después que estos cruzaron la frontera, según lo afirmaron ellos mismos, después de haberse dormido.
Los columnistas de ambas notas de prensa exigían el juicio y castigo de ambos oficiales por haber permitido su captura y encierro por más de un año. Esto prueba que en 1967, aún no existía en el lado salvadoreño animosidad alguna contra Honduras y se culpaba de la situación con aquel país a los referidos oficiales. Hasta el día de hoy, aún no se conoce con certidumbre la razón o causa de ese hecho, ni siquiera el anterior Ministro de Defensa, Gral. Fidel Torres, fallecido hace algunos años atrás, juzgó necesario aclararnos tal situación en sus memorias publicadas.


Solo podemos, por el momento especular sobre dichas razones. Curioso es que en julio de 1969, uno de esos oficiales capturados, el entonces Stte. Inocente Montano, regresaría a Nuevo Ocotepeque cuando las tropas salvadoreñas conquistaron esa ciudad después de duros combates y que 50 años después, se encuentre encarcelado en España a la espera de que se le juzgue por el asesinato de los sacerdotes jesuitas en noviembre de 1989.
El capítulo dedicado a las expulsiones violentas de la minoría salvadoreña en Honduras nos confronta con un cuadro sombrío y no deja lugar a dudas de la crueldad a la que puede llegar el ser humano contra su misma especie. Claro que las notas de periódicos deben ser leídas con extremo cuidado por aquello de las pasiones y el mal entendido nacionalismo; son sin embargo, una buena fuente de consulta para aquellos que quieran indagar más sobre el asunto, pues se mencionan datos y documentos oficiales que en algún lado de nuestra torpe burocracia deben guardar el sueño de los justos.
Otro capitulo interesante es el dedicado a la situación política y social de Honduras, un aspecto clave para entender el porqué de las políticas publicas de aquel país que terminaron por impulsar y refrendar la explosión de violencia de organizaciones cuasi-paramilitares y políticas y laborales que siguieron contra la minoría salvadoreña afincada en aquel país. Persecución violenta que ahora, gracias a otra obra, ya comentada, esta bien documentada y que por 49 años, las autoridades de aquel país han negado fervientemente.
Para finalizar, les recomiendo el capítulo que analiza los años del gobierno del Cnel. Julio Rivera pues poco se sabe de estos gobernantes, ya que ni siquiera sus biografías han sido escritas. Es importante este momento de la historia salvadoreña, pues en su gobierno se llevó acabo la más grande reforma militar con el apoyo de los Estados Unidos de América hasta ese momento, momento histórico que esta aún por escribirse. Lastimosamente dicha obra ya no se encuentra en circulación pero aún puede encontrarse ejemplares de ella en las ventas de libros usados que populan el centro histórico de la capital salvadoreña.

lunes, 22 de octubre de 2018

LA GUERRA DE LOS DESPOSEÍDOS, HONDURAS Y EL SALVADOR 1969

Otro libro que deseaba leer desde hace mucho tiempo, se ha escrito mucho sobre la guerra que El Salvador y Honduras libraron en julio de 1969 pero en la mayoría de los casos, las operaciones militares han sido dejadas de lado para abordar estos hechos desde diferentes ópticas, como la económica, diplomática o social. El autor de la presente obra no escapa a  esta línea muy a pesar mio. En sus 182 páginas, divididos en 9 capítulos, Anderson comienza por plasmar una excelente investigación sobre los diversos hechos, que a su juicio constituyen las causas de esta guerra, yo no puedo más que concordar con él.
La guerra tiene múltiples factores que explican sus causas y la de julio de 1969 no escapa a este axioma. Los capítulos dedicados a examinar a cada país antes del conflicto nos presentan unas realidades poco entendidas y pese a que la obra se publicó en 1980, no deja de tener vigencia en muchos de sus señalamientos. Quizás uno de los más importantes es la construcción de la gobernabilidad en ambos países y el uso de factores externos para ocultar deficiencias y luchas intestinas en cada país.
Emerge así, un retrato de los gobiernos de ambos países y sus diferencias, sus apuestas de desarrollo y las circunstancias que las impidieron. Hay una descripción aquí, de las elites gobernantes y su concepción del mundo, de sus privilegios y destinos que en modo alguno son los mismos para los estratos más humildes de cada país. Otro factor que analiza el autor es la cuestión de la inmigración, que a la postre jugó un papel importante en el desarrollo de la crisis que llevaría a la guerra a ambos países.
Un aspecto importante de la obra es que recoge los orígenes de ese grupo que cobró inmisericorde fama y que ha pasado a la historia como "La mancha brava". Un grupo de activistas y simpatizantes del gobierno que aterraban, golpeaban y atacaban a sus oponentes. Uno de los organismos olvidados por la mayoría de nuestros historiadores y que jugaría un papel importante a la hora de materializar las expulsiones violentas de la minoría salvadoreña en Honduras.


Lo único que extraño en estos análisis es el de debió dedicarse al elemento militar de cada país. He aquí el meollo del asunto. Para entender esta guerra es preciso analizar el desigual desarrollo de ambas fuerzas armadas, su entrenamiento, equipamiento, doctrina y liderazgo; sin ello, no es entendible ni la planificación, ni el desarrollo de los hechos puramente militares.
y ya no se dicha cuando el autor pasa a describir las operaciones militares. Hay un total desconocimiento de la ciencia y el arte militar que ha dado paso a descripciones demasiado simplistas o que recitan estribillos que no resisten el menor análisis serio. Afirmar que la construcción de las dos puntas de lanza de la invasión salvadoreña son la mejor evidencia de que El Salvador perseguía objetivos de conquista o más allá de una acción punitiva, es llevar demasiado lejos la especulación.
Es aquí donde hace falta mayor investigación, es en el factor militar que descansa el hecho principal de una guerra y es, a lo largo de nuestra historia, el más olvidado.
Poco entendido y soslayado a veces, el estudio de los aparatos militares que se enfrentaron aquel julio de 1969, lo que en verdad hace falta. Lastima que el autor no prodigo la importancia de este factor como si lo hizo a los otros y que describe muy bien en su obra. Hasta los mapas de las operaciones militares que agrega están plagados de errores y equivocaciones. Pero como muchas obras que tratan este tema, es imprescindible su lectura y análisis.

miércoles, 17 de octubre de 2018

F4U CORSAIR


Un libro que deseaba leer desde hace mucho tiempo y que un gran amigo me ha prestado. Mi interés era por el capítulo que dedican en la obra, a los Corsarios salvadoreños y hondureños de la guerra de las 100 Horas, escasa literatura por cierto sobre el tema. Los autores de esta obra nos llevan al principio del diseño de una de las aeronaves más famosas de la SGM, el Corsario con sus características alas en forma de gaviota. Sus 144 páginas divididas en 14 capítulos están repletas de excelentes fotografías del avión en sus diversas versiones y modelos, así como su impresionante hoja de guerra. un avión que sirvió en la SGM como en la guerra de Corea y que también viera acción en los cielos centroamericanos en julio de 1969.
La obra es de suma importancia para los historiadores centroamericanos que estudian la guerra que libro El Salvador contra Honduras en 1969 pues ofrece una detallada descripción de las naves que sirvieron en ambas fuerzas aéreas, la FAS y la FAH. Aquí se pueden encontrar los detalles y descripciones técnicas mas completas sobre estas naves que nuestros escritores debieran de leer antes de asegurar o escribir sobre la guerra aérea de julio de 1969.
Sin duda, el desempeño del Corsario durante los duelos aéreos librados en el Pacífico contra los pilotos japoneses es uno de los capítulos centrales de la obra y uno de los más interesantes. El Corsario no fue solo un caza sino que se construyeron versiones como caza-bombardero, caza nocturno y de reconocimiento volviéndolo una aeronave muy polivalente. Otro capítulo interesante es el dedicado a la guerra de Corea donde el aparato culmino su servicio con el ejército de los Estados Unidos.
Y como no podía faltar, hay un capítulo dedicado al trabajo de los Corsarios en el cine, en una de cuyas series, "Los Tigres Voladores" se pudo apreciar algunos ejemplares hondureños retornados a su ambiente de la SGM y el material fotográfico agregado es impresionante. A lo largo de toda la obra, el material fotográfico es de primera y la reseña de las mismas denotan cuido, excelente selección y mucha investigación.
El capítulo dedicado a salvadoreños y hondureños es otra cosa. No sé porqué pero casi todos los historiadores anglosajones que hablan de la guerra aérea de julio de 1969 denotan su falta de investigación profunda sobre el tema, contrastando con otras épocas u circunstancias mejor tratadas en sus obras y la presente no escapa a ello. Tampoco son cosas catastróficas, en general son errores en cuanto al desempeño y tipo de misiones cumplidas en esa guerra, nada que no pueda subsanarse con otras fuentes.


El libro incluye al final varios apéndices importantes sobre la cantidad de naves entregadas a otros gobiernos como El Salvadoreño y hondureño, agregandose además, los números de identificación de cada nave, un excelente aporte a los entusiastas de la aviación, claro que dichos números aun son discutidos por los expertos pues hay errores, incongruencias y equivocaciones pero definitivamente, son un punto de partida para cualquier investigador o historiador.
Es una obra que debe ser parte de la biblioteca de aquellos que investigamos y escribimos sobre estos temas y lo mejor es que aún puede encontrarse en el mercado a diferencia de otras obras. Un libro que no se arrepentirán de comprar y leer.

domingo, 30 de septiembre de 2018

HISTORIA DE LA GUERRA

Una obra que nos atrapa desde el principio y que deben leer todos aquellos que quieran ser historiadores militares. En efecto, después de 24 años investigando el conflicto interno salvadoreño y otros, reconozco que el libro de John Keegan debió ser el primero que debí leer antes de sumergirme en la historia militar. No hay duda que las 499 páginas de la obra forman una coherente y llana explicación del origen de la guerra, su desarrollo y sus secuelas.
Desde los inicios de las primitivas formas de enfrentamientos que desarrollaron los primeros humanos hasta las depuradas tácticas y estrategias desarrollados por el hombre en la actualidad, el autor nos lleva por un trepidante y sangrienta historia del humano en una de sus actividades más brutales y hasta recién estudiada formas de lucha que en sí misma es parte de nuestra humanidad, aunque algunos historiadores y antropólogos no lo acepten.
Keegan nos lleva por la lucha ritual de los primeros pueblos humanos, pasando por las elaboradas formas de lucha de la Falange, arribando al descubrimiento del carro de combate antiguo, la cuadriga, nos acerca a las hordas a caballo que desde las estepas y desiertos del Asia invadieron casi todo el mundo conocido, la formación de los ejércitos profesionales como el romano, etc., etc. y un largo etc.
Era uno de los primeros libros que adquirí al dedicarme en serio a la investigación de nuestra historia militar pero nunca, no sé por qué, lo había leído, siempre aguardando un mejor momento.


Ahora, en la búsqueda de entender la guerra y sus consecuencias, lo he re-descubierto y vaya que ha sido toda una sorpresa. Sus cinco capítulos nos llevan por los primeras formas de estado y su deseo por controlar la violencia, hoy patrimonio de los estados pero continuamente desafiados por grupos ilegales. Nos adentra en las primeras formas del servicio militar, ya como guerreros, ya como mercenarios o soldados profesionales al servicio del Estado.
Es un viaje por la historia de la guerra, y no cabe duda, que de la humanidad también, el empleo de las armas, ya sean estas ofensivas o defensivas, las formas de lucha, la constitución del estamento militar en las sociedades del mundo, su masificación y luego su profesionalización, el aparecimiento del arma nuclear y los cambios que suscito en las formas de lucha, hasta llegar a la guerra del Golfo, en 1991.
Entender la historia de la guerra, nos aproxima al entendimiento de porqué nuestras sociedades recurren a ella constantemente, algunos creen que es nuestra forma natural de mantener una especie de control en nuestra tendencia a una constante superpoblación, otros que es parte de nuestra naturaleza violenta que nos ha acompañado desde siempre, pero hay que leerla para sacar nuestras propias conclusiones, ese es el reto del autor, darnos las herramientas y obtener nuestra propias opiniones sobre uno de los acontecimientos que nos acompañan desde el inicio de la humanidad.
Lástima que el libro no llegara más lejos en su estudio, me hubiese gustado leer las opiniones de Keegan sobre las nuevas formas de lucha irregulares en ambientes urbanos. El libro es un testamento del autor para todos aquellos que acepten el reto de leerlo y aprender de una de las mentes más brillantes de fines del siglo XX. No hay duda que todo interesado en el arte militar y su historia debe leerlo.

lunes, 24 de septiembre de 2018

PARACAIDISTAS EN ACCIÓN

Otro clásico de la editorial San Martín que trata otro tema importante de la Segunda Guerra Mundial. El uso de las tropas paracaidistas es abordado por el autor desde una perspectiva de sus logros tácticos y estratégicos, tipo de empleo, fuerza entrenada, equipos y adiestramiento, centrados en las unidades estadounidenses, británicas y alemanas, quizás ahí radica su debilidad pues no menciona las unidades italianas o las japonesas, por lo que su estudio queda incompleto.
En 7 capítulos y 160 páginas, el autor nos lleva por el principio de la idea de las tropas aerotransportadas, su inicial organización y el empleo que de sus unidades se dieron durante al mayor conflicto humano hasta ahora registrado. Mientras leía el libro, vinieron a mi mente las escenas de la película "Un puente demasiado lejos", que a principios de los años ochentas se estrenara en las salas de cine de nuestro país, como olvidar a las valientes tropas británicas de la 6ta. División Aerotransportada mientras combatían en la ciudad de Arnhem contra las granaderos Panzer de la SS alemanas.
El día del desembarco aéreo de tropas paracaidistas más grande la historia estaba por comenzar, desde bases en toda el sur de Inglaterra alzaron el vuelo 1,545 bimotores C-47 y 479 planeadores con hombres, vehículos, armas y equipo a su cita con el destino en los cielos de Holanda. Esta fue una de esas batallas luchadas encarnizadamente y que dejo muchas enseñanzas prácticas a las noveles tropas Aerotransportadas. Esta y otras hazañas de estas fuerzas como la conquista de Creta por los paracaidistas alemanes, única operación considerada estratégica realizada por este tipo de unidades en la SGM, han sido recogidas en la creación de unidades de paracaidistas en Centroamérica, y El Salvador tendría la dicha de organizar la unidad de paracaidistas que en la región han sido de las únicas tres que han realizado saltos de combate clásicos en una guerra.


Quién no recuerda el salto de la Sección Aerotransportada en la pista aérea de La Hacienda La Sabana, Departamento de La Paz en enero de 1981, o el salto en los alrededores de la ciudad de Corinto, de una de sus compañías en febrero de 1982 y ya no se diga el encarnizado combate que libro el batallón de Paracaidistas en noviembre de 1989, durante la fracasada ofensiva Hasta El Tope de las guerrillas marxistas lanzadas en contra de la ciudad capital.
Pues bien, el génesis de todas esas batallas lo encontramos magistralmente expuesto en esta obra. La concepción de la idea, la adaptación de los equipos, sobre todo de los aparatos aéreos que tendrían el cometido de arrojarlos tras las líneas enemigas; las nuevas armas y la nueva concepción operativa de su empleo. Dos de las armas descritas en este libro conseguirían nuevos laureles en las guerras libradas por El Salvador a finales del siglo XX.
Durante la guerra librada contra Honduras en 1969, nuestros paracaidistas y unidades de infantería estaban equipados con los FSR de 57mm y las legendarias Bazookas de 3.5", armas que se mostraron eficaces a la hora de batir las defensas enemigas en los diferentes Teatros de Operaciones, luego en los años ochentas, el mítico avión C-47 volvería a surcar los cielos salvadoreños en su función de cañonero, disparando sus ametralladoras calibre 12.7mm contra los grupos rebeldes marxistas del entonces FMLN.
El autor enfatiza el carácter táctico del empleo de los paracaidistas. El objetivo de casi todos los ataques aerotransportados fue de carácter táctico, y estuvo dirigido sobre todo a la ocupación, conservación o el aprovechamiento, del modo que fuere, de unos objetivos tácticos con el fin de colaborar al avance de las fueras terrestres o navales.
Amigos, si quieren conocer los antecedentes de la creación de las tropas paracaidistas, deben leer este libro, escrito en lenguaje sencillo, es entendible para legos en la materia como para especialistas o entusiastas de este tipo de unidades.

viernes, 14 de septiembre de 2018

FUERZAS ARMADAS DE HONDURAS 1885-1950

Cuando comencé a leer esta obra tenía mis dudas pero a medida que leía, fui descubriendo una valiosa documentación sobre el desarrollo de las Fuerzas Armadas hondureñas, la obra es un raro ejemplo que nos lleva por la historia documental del ejército de aquel país que nos trae a estudiar detenidamente este desarrollo y el porqué de algunas trascendentales decisiones que tienen a Honduras como un país con un ejército que todavía decide el rumbo político de la nación pero que a la ves es un testimonio del sub-desarrollo cultural y organizativo de su ejército.
Las 492 páginas, divididas en seis capítulos son, hasta ahora, el más importante retrato de uno de los ejércitos centroamericanos menos conocido. El autor no introduce valoraciones propios sobre el desarrollo de este ejército sino que simplemente aporta la documentación por periodos históricos de su desarrollo, de los hombres que tomaron las decisiones de importancia en su creación, organización, equipamiento y desarrollo.
Algo de suma importancia es comprender el atraso cultural de unas fuerzas armadas que a lo largo de casi todo el siglo XX estuvo salpicado de luchas intestinas entre caudillos que han polarizado el poder político de aquella nación pero que han determinado el inmenso poder político de la institución castrense. Tarde en su desarrollo y con la humillante derrota frente a sus colegas salvadoreños durante la breve y amarga guerra librados entre ambos países en julio de 1969, el presente documento nos lleva a entender el porque de esa derrota, porque de la preeminencia de la Fuerza Aérea sobre sus colegas del ejército y la constante de su presencia como arbitro del poder político.
Toda la obra es un cúmulo de documentos que nos ayudan a entender el desarrollo de su ejército, los esfuerzos por modernizarlo y también aquellos esfuerzos fallidos por sujetarlo a la autoridad política. Es la primer obra de este tipo en Centroamérica y ojalá que se desarrollen más sobre desarrollo posterior a 1950, fecha en la que caduca la documentación del libro, esperemos que alguien retome este importante trabajo y nos ilumine sobre este pasado algo oscuro de los militares hondureños.


El periodo más importante para mí, fue que corresponde a la Segunda Guerra Mundial, fue bajo la influencia norteamericana llegada en esta época, que las Fuerzas Armadas del país empezaron a actualizarse y crear algo semejante a un ejército moderno. la llegada de las misiones militares de EUA, la compra de material bélico y la organización de nuevas unidades, fue la base de la reforma militar, que interrumpida por la guerra de 1969, se completaría en los años setentas.
Una obra imperdible para los estudiosos de los ejércitos Centroamericanos y que no debe faltar en nuestra biblioteca.

viernes, 31 de agosto de 2018

HÉROES Y HEROÍNAS DE LA SABANA

Otra memoria de uno de los combatientes de la guerrilla salvadoreña que nos traslada a los inicios de 1980 y 1981, en el Frente Para-central, militando en las filas de la organización subversiva FPL. Como tantas, entre recuerdos y anécdotas, el autor nos describe sus vivencias plagadas de muchos errores al describir las acciones del ejército y repetir una y otra vez, la supuesta superioridad de los combatientes insurgentes sobre los soldados del ejército regular; se le olvidó que ambos son salvadoreños y que la entrega y el sacrificio corrió a ambos lados por igual.
En sus 124 páginas, el autor describe las condiciones en que surgió la lucha en la zona de Tecoluca hasta la desembocadura del río Lempa en el Océano Pacífico, zona de guerra enclavada en el Teatro conocido como Frente Para-central por el FMLN. El relato se centra en su experiencia personal pero abona con la descripción de líderes rebeldes poco conocidos durante la guerra, excelentes datos para nuestros investigadores.
Como tantos otros ex-miembros de la guerrilla que han escrito sus memorias, se vuelve manifiesta en ellas, esa necesidad de contar una lucha heroica contra tropas numéricamente superiores y mejor armadas, como una forma de contribuir al recuerdo de la leyenda del guerrillero heroico; el problema es que tales cuentos no resisten la lupa del investigador, por ejemplo. el autor nos habla de la batalla ocurrida en la Hacienda La Sabana, al sur de Tecoluca aquel 25 de enero de 1981, en las postrimerías de la fracasada Ofensiva Final, lanzada el 10 de enero de 1981 por el FMLN.
Hablar de ataques de artillería y bombardeos con bombas de 500 libras, el uso de los aviones de reconocimiento Cessna O-2 es, por decir poco, un tremendo error histórico. La operación aerotransportada realizada por la FAS sobre la pequeña pista aérea ubicada en dicha Hacienda, tenía como objetivo capturar o destruir los aviones ubicados en dicha pista y que horas antes habían lanzado armas y pertrechos a las columnas de las FPL operando en la zona.


Operando desde Ilopango, los paracaidistas salvadoreños ejecutaron un clásico salto de combate desde un avión de transporte Aravá apoyados por un entrenador armado Fouga Magister, que llevaba dos bombas de 100 libras. Decir que hubo Cessna O-2 en la operación es ignorar que tales aeronaves vinieron al país hasta mediados de 1982 y que los Magister no podían llevar una carga tan pesada como las bombas de 500 libras.
La mayoría de escritores provenientes de la guerrilla tienden a exagerar estos hechos pensando en que les da más valor y ascendencia moral sobre su adversario, pero al contrario, al contrastarla con la realidad, solo contribuye a desacreditar su testimonio. Algo desilusionado con este libro, sin embargo siempre encuentro algo de valor. esta obra describe algunas de las operaciones de control de población hechas por los antiguos CUSEP en la zona antes mencionada y otras aledañas, son verdaderos ejemplos de lo que no se debe hacer en una guerra de contra-insurgencia y es un ejemplo valido para la actual lucha que libra la PNC contra los grupos terroristas ahora llamadas pandillas.
La historia sirve para eso, para aprender de nuestros errores y no volver a cometerlos.

domingo, 26 de agosto de 2018

LOS MILITARES EN EL PODER

Una interesante obra que recoge las memorias de uno de los ilustres militares salvadoreños, el Gral. Fidel Torres (ya fallecido) nos entrega una sucinta memoria de su servicio militar al país, actor y testigo de importantes sucesos políticos y militares, su testimonio viene a dar luz sobre algunos hechos que han pasado a la historia militar del país con oscuridad y a veces con mal intencionado interés.
El autor aborda con autoridad, aquellos hechos que desde los años treinta, los historiadores investigan afanosamente. ahora descubrimos hechos como la contratación de militares alemanes y la compra de material bélico italiano hacia finales de los años 30s y sobre todo, quienes eran aquellos líderes militares que condujeron los destinos del país desde aquellas épocas. Por fin, uno de nuestros militares nos explica cuando y para qué, los militares norteamericanos establecieron lazos de cooperación con nuestra FA, corrigiéndose así, muchas de las obras publicadas sobre dichos temas, evidentemente equivocadas o hasta falsas en algunos casos.
Se aborda la venida de las misiones militares chilenas y norteamericanas que nos ayudaron a organizar los estudios en diversos niveles, la Escuela Militar y la Escuela de Guerra que después sería conocida como Escuela de Comando  y Estado Mayor, así como pequeñas semblanzas de sus Directores, alemanes, chilenos y norteamericanos.
Pero su mayor contribución a la Historia Militar del país, a mi parecer, es que por fin nos dan a conocer algunos aspectos transcendentales de la reforma y reorganización militar que sufrió nuestro ejército en los años 60s con el apoyo norteamericano y que hasta la gran reforma de los años 80s, era l más completa que sufrió nuestra FA. El cambio de Regimientos a Brigadas, la sustitución de las estrella por las barras en loas insignias de grado, etc.
no hay duda que es una obra imprescindible en la biblioteca de todo estudioso de nuestros ejércitos. la única crítica a esta magnífica obra es su extremo conservadurismo al tratar los hechos que configuran lo que conocemos como Guerra de las 100 Horas. aquí el autor deja claro su negativa a compartir los hechos operativos de la guerra, su planificación, etc. por considerarla de incumbencia de los militares únicamente.


Tremendo error que han compartido muchos altos oficiales a lo largo de nuestra historia, compartiendo con la sociedad civil, lo que ellos consideran solamente como aspectos generales de la vid castrense. Se imaginan como sería estudiar la invasión de Normandía sin los accesos a los planes de operaciones de ambos contendientes, sin el orden de batalla de cada ejército. Ojalá que nuestros líderes militares recapaciten en este camino y compartan con las nuevas generaciones los detalles de la participación militar en hechos tan trascendentales como la guerra con Honduras librada en julio de 1969.

domingo, 12 de agosto de 2018

TOBRUK: EL ASEDIO

La campaña africana durante la SGM ha sido una de mis lecturas preferidas, sobre todo los enfrentamientos entre carros de combate alemanes, ingleses e italianos pero de vez en cuando disfruto los encarnizados combates de la infantería que se dieron en aquel rincón del mundo. El asedio de Tobruk es uno de ellos. Son 159 páginas que nos llevan por uno de los combates más prolongados que se dieron en este teatro durante la SGM, fueron 242 días de un asedio infernal, en condiciones climáticas extremas y donde la vida del soldado se mostró miserable y extenuante. Sin embargo, el soldado, ese ser que es capaz de soportar los peores sufrimientos, de encontrar humor en su desgracia y de entregar todo, hasta su vida por sus camaradas, nos recuerda que la voluntad del ser humano es capaz de sobreponerse a cualquier sufrimiento.
No hay duda que el autor de esta obra nos sumerge en uno de los episodios más trascendentales de la campaña africana, en la que las estrellas no son los carros de combate y sus tripulaciones, si no la eterna y cansada infantería, esa de la hemos oído hablar con asombro de sus proezas y galardones. Allá, con el centinela en la gélida noche del desierto, o en asfixiante calor del día, mientras avanza, corre o se detiene por unos momentos para disfrutar de sus tesoros, esa lata de comida, el cigarrillo o el botín capturado al enemigo.
Le recuerda a uno, la camaradería en combate, en las trincheras del Cacahuatique, del Moscardón, de Guazapa y tantos lugares ensangrentados por el sacrificio de esa rara ave de la humanidad, el soldado de a pie. Tobruk es la suma de encuentros encarnizados entre las tropas alemanas que avanzaban victoriosas en su debut en el teatro norteafricano y las tropas australianas, polacas, checas y británicas que se les oponían. Aquí se pone de manifiesto la destreza de las patrullas, de los golpes de mano, del valor y la temeridad de unos hombres, a ambos lados de la trinchera, que nos recuerdan la entrega y el valor del soldado.

Mención aparte es el trabajo desarrollado por la artillería británica, cuyos operadores se mantuvieron al pie del cañón frente a la carga de los carros de combate alemanes, sacrificando sus posiciones para salvar a sus compañeros de la infantería. Le llenan a uno de admiración los duelos de los cañones antitanques contra los carros de combate, en uno y otro bando.
El autor no deja al azar y también nos regala los combates de una pequeña fuerza naval que mantuvo la delgada línea logística aliada en Tobruk al precio de muchas vidas y embarcaciones hundidas. Episodios de valentía que atestiguan el compañerismo de las armas en las luchas que enfrentaron, ya sea desde la cabina de una aeronave, la cubierta de una cañonera o a pie firme sobre la aren del desierto, estos hombres lucharon, murieron y sobrevivieron a un holocausto indescriptible. 
Barba Eléctrica, las Ratas del Desierto, El Zorro del desierto son nombres que se quedaron en nuestra alma de soldado al recorrer los párrafos de esta magnífica obra. Es una lectura que no debemos fallar.

lunes, 30 de julio de 2018

QUO VADIS CENTROAMÉRICA

Uno de mis libros preferidos por la información fotográfica que posee y que se publicara en una época de convulsiones y muerte en el país. La obra es sin duda parte de aquellos libros históricos que han pasado a la galería de la fama por su bien cuidada expresión fotográfica y el guión literario que le acompañó. En 143 páginas, el autor, un fotógrafo francés de apellido Clariond, nos sumerge en los inicios de la vorágine de violencia que sacudió a Centroamérica en los años setentas y ochentas.
Podemos encontrar históricas fotografías de los paracaidistas salvadoreños durante las operaciones COIN ejecutadas en San Vicente a mediados de 1981, o de los CUSEP en sus vehículos blindados UR-416 durante las operaciones de control urbano en la capital, así como interesantes datos de los decomisos de armamento efectuado por la Policía de Costa Rica y que tenían como destino a los grupos rebeldes en El Salvador.

El valor de la obra es su elemento fotográfico, pues el fotógrafo francés ha seleccionado una época convulsa, que siendo objeto de la atención internacional, la mayoría de fotografías disponibles, hasta ese momento, eran la publicada en los periódicos. Reproducidas en este libro, esas fotografías se vuelven icónicas e históricas y que bien que puedan ser contempladas por las nuevas generaciones de centroamericanos a través de este documento.
Una excelente lectura para esta vacaciones de agosto.

miércoles, 25 de julio de 2018

POR QUÉ FUIMOS A LA GUERRA...?


Una excelente obra sobre la guerra de las 100 Horas librada por El Salvador contra Honduras en julio de 1969. Es un documento fotográfico más que todo que ilustra perfectamente los diferentes momentos que atravesó este conflicto desde el comienzo de las expulsiones violentas de la minoría salvadoreña radicada en Honduras por el gobierno de ese país. Este es el merito de la obra, el abundante uso del recurso fotográfico para explicar el punto de vista de la autora, que valga la pena mencionar, es la señora María B. de Membreño.
Publicado en agosto de 1969, el libro, quizás, fue de los primeros en ser publicado sobre dicha guerra. En sus 110 páginas y dividido en 6 capítulos, la autora nos entrega una breve reseña de la guerra ilustrada con valiosas e importantes fotografías para aquellos que estudiamos la historia militar salvadoreña. Por ejemplo, el libro es el único que publica una foto de los vehículos blindados para el transporte de valores que fueron requisados a la banca nacional para su uso en la guerra, apodados "Las Niñas" por el enorme estruendo que hacían al estar en marcha, debido a que se les quitaron los escapes de los mismos, todo para provocar mayor temor entre las tropas hondureñas.
Fotografías sobre los principales equipos militares que utilizaron las tropas salvadoreñas en esta guerra como los Fusiles Sin Retroceso M20 de 75mm, de manufactura norteamericana, ametralladoras Browning de 7.62mm y Browning M3 de 12.7mm también pueden ser observadas, así como los fusiles G-3, Máuser y Garand; sub-ametralladoras Madsen de 9mm; en fin, toda una serie de equipo que atestigua lo bien que estaban armados los soldados salvadoreños para esta guerra.


En otra parte de la obra se pueden apreciar las fotografías de los tanques Stuar M3A1, los camiones REO M35 provistos de blindaje y bautizados con el nombre de "Rayo" y otro tipo de camiones de transporte militar y que se desconocía que El Salvador los poseyera. Por eso es muy importante este libro, por la evidencia gráfica aportada al equipamiento del ejército salvadoreño de la época.
el otro aporte significativo en la reconstrucción de los hechos de aquella guerra, es la transcripción de discursos y partes de guerra del gobierno y del Estado Mayor General salvadoreño, documentos de consulta cuando se quiere abordar el estudio de dicho conflicto.
Es sin duda una joya histórica en ese sentido y que no debe faltar en la biblioteca de nuestros historiadores militares.

domingo, 1 de julio de 2018

TICANTE: LA BATALLA POR NUEVA OCOTEPEQUE



TICANTE ha sido la única obra escrita en Honduras que no refleja las mentiras, exageraciones e inventos de caso todo lo que en ese país se ha escrito sobre la guerra que en julio de 1969 sostuvieran El Salvador y Honduras. Escrita por un veterano de guerra de aquel país, la misma recoge las memorias del autor en el Frente Sudoccidental hondureño, que enfrentó al Teatro de Operaciones Norte salvadoreño y cuya derrota permitió a estos últimos, conquistar la ciudad de Nuevo Ocotepeque.
Extremadamente sincera, la obra describe lo pesimamente que estaba preparado el ejército hondureño para un enfrentamiento con el salvadoreño, desnudando la realidad de TOSO y sobre todo, la organización, el mal entrenamiento y la escasa disponibilidad de municiones para tal choque. Sus memorias son además, testigos de la ineficiencia del apoyo aire-tierra del que muchos autores hondureños han considerado casi perfecto; sus descripciones de las misiones fallidas de la FAH dejan en evidencia otra triste realidad.


Lo más importante de este testimonio, es la descripción de los angustiosos combates librados contra el 1er. y 8vo. Batallones de Infantería salvadoreños que constituían la punta de lanza del TON. La descripción de los combates contra la avanzadilla blindada salvadoreña frente a la quebrada El Ticante (en razón de la cual bautizará con ese nombre a su obra) son testimonio de la fiereza de los combates en dicha área.
Es recogida también, el estado de ánimo de los oficiales del TOSO y valoraciones muy concretas sobre la confianza o no, que les merecían sus oficiales superiores y lo pobremente preparados que estaban para tan guerras. El autor hace mención de un secreto a voces que se propagó después de la guerra y que ahora sabemos fue verdad, las plazas fantasmas que existían en los batallones del ejército hondureño, lo que no les permitió enfrentar en mejores condiciones a los salvadoreños.
El autor terminaría su participación en la guerra como prisionero de guerra y como tal evacuado a las cárceles de, cuartel de San Vicente a la espera del término de la guerra y el intercambio de prisioneros. Creo que en el lado hondureño no hay otro testimonio tan descriptivo y veraz de los combates que sostuvieron ambos ejércitos y que desmiente hasta el día de hoy todas las mentiras que otros autores han tejido sobre esta guerra.
No hay duda que la obra dividida en seis capítulos y  221 páginas debe ser objeto de estudio y análisis en las escuelas militares y centros de estudio centroamericanos, pues en los anales de la vida republicana de Centroamérica, no existe parangón alguno.

domingo, 24 de junio de 2018

OPERACIÓN CARLOTA


Con esta obra comienzo mi estudio sobre la campaña cubana en Angola, una guerra desconocida en Latinoamérica y de cuyos escritos hay que separar los mitos de la realidad de los hechos. La obra de 175 páginas es un compendio de varios relatos sobre las vivencias de los veteranos cubanos que pelearon en esa guerra. Los relatos son demasiado cortos para mi gusto y ninguno centra en detalle algunas de las batallas emblemáticas de esa campaña.
Pero si muestran las condiciones de lucha de los cubanos de todas las armas, servicios y grupos civiles-militares de la construcción, es un vistazo a lo cotidiano de los internacionalistas cubanos, quitando toda la berborrea propangandistica de su autor, se encuentran algunos datos muy interesantes. por ejemplo, el uso de la artillería de cohetes, los BM-21, en los combates contra las fuerzas irregulares de UNITA. Como en El Salvador, la artillería fue utilizada para golpear las columnas de rebeldes que atacaban posiciones fortificadas, aunque la artillería salvadoreña no alcanzó la efectividad de la cubana, esto se debe en gran parte al escaso número de piezas que los primeros pudieron utilizar.
Las similitudes con nuestra guerra son varias, desde la formación de centros de instrucción, hasta la organización, equipamiento y entrenamiento de unidades especiales que tomaran la ofensiva contra las fuerzas enemigas. Desde el CEMFA en nuestro caso, hasta los BIC y BIAT o las Tropas de Destino Especial en el caso cubano. Estas tropas especiales cubanas han merecido mi atención desde hace mucho tiempo y espero que en la literatura de esta campaña encuentre su operatividad, recordemos que sus  miembros pelearon en Centroamérica al lado de los rebeldes marxistas que intentaron derrotar a los ejércitos regulares, alcanzando la victoria solo en Nicaragua.

Es en la guerra nicaragüense que podemos ver la experiencia cubana ganada en Angola en todo su esplendor, fue en Nicaragua donde se emplearon las enseñanzas obtenidas en Angola por los cubanos y enseñadas al joven ejército sandinista, el EPS. Fue su principal estratega en Angola, el Gral. Arnaldo Ochoa, quien llego a mediados de los años ochentas a Nicaragua, quién revolucionó la forma de operar del EPS y enseñó a sus nuevos reclutas el arte de las operaciones de contrainsurgencia.
Por esta razón, el estudio de la campaña cubana en Angola es tan necesaria para comprender muchos de los cambios operados en el EPS en su lucha contra los CONTRAS. No olvidemos también, que las tropas de Destino Especial cubanas entrenaron a las Fuerzas Especiales Selectas de la insurgencia salvadoreña, entrenamiento que fue completado por los vietnamitas, razón de más para estudiar su desempeño en la guerra de Angola.
Desde el uso de las fuerzas acorazadas en una especie de doble concepción de la guerra, debe recordarse que los sudafricanos mantuvieron tropas en esa guerra, hasta las operaciones dentro del marco de la contrainsurgencia combatida contra UNITA. Es una guerra que nos lega muchas enseñanzas como en su momento lo fuera la de Vietnam y el ejército de los Estados Unidos.
Si queremos entender algunos de los aspectos más desconocidos de las guerras en Centroamérica debemos dar un vistazo a esta campaña y aprender de la rica experiencia cubana ganada en casi 15 años de intervención cubana en Angola. No es mi intención referirme al saqueo de los bienes angoleños (petróleo, marfil, gemas preciosas, etc) que practicaron los cubanos en aquel país, de sobra conocido, me interesa la experiencia de sus militares en aquella guerra.
Un buen libro para iniciarnos en estos menesteres.

martes, 29 de mayo de 2018

LA GRAN CONSPIRACIÓN DEL GOBIERNO SALVADOREÑO PARA LA GUERRA DE 1969


Una de las obras que espere leer por mucho tiempo y que ha sido una completa decepción. 545 páginas jalonadas de errores, mentiras y fantasías difíciles de explicar cuando el autor es un profesional de las armas. La Guerra que El Salvador y Honduras libraron en julio de 1969 ha sido desde entonces, un tema muy presente en la política y memoria hondureña a diferencia de lo que pasa en El Salvador, donde casi ha sido relegada al olvido. Numerosos autores hondureños han abordado este conflicto creando mitos y leyendas nacionales por sobre la realidad de los hechos, nunca, sus académicos han cuestionado sus afirmaciones y han preferido endosar y hasta apoyar tales tesis.
En El Salvador, la comunidad de historiadores e investigadores dejaron de lado el tema y se han enfocada más en el conflicto interno. Esto ha permitido que los autores hondureños, cada vez con más frecuencia, agreguen teorías fantaciosas sobre su pretendida victoria defensiva en la guerra. La presente obra, es un intento del autor, mal logrado por cierto, de presentar una historia completa y coherente de dicha guerra, incluyendo en ella, los datos del lado salvadoreño. Digo mal lograda porque su autor, el Cnel. César Elvir Sierra nos presenta un orden de batalla salvadoreño que nada tiene que ver con el de 1969, pues lo que presenta en su obra es el OB de 1984.


Luego sigue con pasmosa y supuesta seriedad, describiendo las acciones militares de la guerra en las que llega a afirmar por ejemplo, que las tropas de la Guardia Nacional comandadas por el Gral. Medrano en Llano Largo, un estimado de 8 compañías, estaban cercadas por 3 compañías menguadas del ejército hondureño. Son afirmaciones que no tienen ninguna correspondencia con la situación real táctica y operativa de los frentes de batalla. O esta otra construcción fantasiosa: una larga columna de camiones en los que se conducían 3 batallones salvadoreños destruidas por el fuego de sus FSR de 75mm y morteros de 81mm.
Puede imaginarse el lector, una columna de este tamaño, es decir más de 100 camiones sorprendidos en el campo de tiro de unas armas antitanque de fuego directo (como lo son los FSR de 75mm), algo inconcebible desde el punto de vista mecánico de dichas armas. Pero lo más interesante de todo es que como prueba de ello, la propaganda hondureña solo ha sido capaz de mostrar unas 3 o 4 fotografías del suceso, en donde apenas se pueden ver 2 o 3 camiones destruidos y los cadáveres de 6 u 8 soldados salvadoreños, perdiendo la oportunidad de mostrar la columna de camiones destruidos y los centenares de muertos.
Casi todos los combates descritos en esta obra, así como en otras están llenos de errores y contradicciones, aún entre sus mismos autores, pues mientras Elvir Sierra afirma la efectividad del apoyo aéreo en los combates por Nuevo Ocotepeque, el Cnel. Wilfredo Sánchez, del Batallón Lempira (hondureño) que defendía tal ciudad, afirma en sus memorias que los dos primeros ataques de la FAH fueron fallidos y ejecutados sobre posiciones vacías.
O cuando afirma que los cañones antitanque del Lempira destruyeron los tanques Stuart salvadoreños que atacaban Nuevo Ocotepeque y otro autor hondureño, Orlando Henríques afirma que fueron los aviones Corsario de la FAH los que destruyeron estos tanques. El libro esta jalonado de este tipo de historias, a las que ya nos tenían acostumbrados los escritores hondureños, pero viniendo de un profesional de las armas que se supone conoce del alcance de las armas, de conducción táctica y operativa, uso del poder de fuego, concepción del apoyo aéreo, etc., es imperdonable.
Estamos por cumplir 50 años de esos hechos y aún no contamos con una versión completa sobre dicha guerra, espero que la obra que se anuncia para principios del próximo año, sea la que estamos esperando. Ya es tiempo que podamos leer las descripciones de sus batallas, el efecto del poder aéreo, los alcances de las operaciones estratégicas, si es que las hubieron y todo lo referente a esa guerra para enseñanza a las nuevas generaciones.
Es una deuda que nuestros historiadores no han podido saldar y que al comprometer sus escritos con una u otra posición de los contendientes no han hecho, sino, enredar más las cosas. Es una verdadera lástima que esta obra haya sido seleccionada por el gobierno de aquel país, como la obra de texto oficial de la guerra de 1969, siendo ahora parte de la enseñanza pública de Honduras.
Seguir ocultando que la expulsión violenta de la minoria salvadoreña radicada en aquel País, con la anuencia y participación de las autoridades hondureñas, fue la verdadera razón de esta guerra, es perpetuar la mentira y el engaño de las nuevas generaciones de centroamericanos, es tiempo de aceptar nuestras errores y encararlos para poder sacar las enseñanzas pertinentes y continuar con nuestro futuro como región.
Se me olvidaba, a pesar de lo erróneo y fantasioso del libro en cuestión, hay algo que si debo reconocerle al autor, nos ha dado el Orden de Batalla más completo hasta ahora publicado sobre las Fuerzas Armadas hondureñas en esa guerra, un aporte que espero, otros sepan aprovechar para la historia.

viernes, 18 de mayo de 2018

LA GUERRA DE LOS ZETAS, VIAJE POR LA FRONTERA DE LA NECROPOLÍTICA

Tenia tiempos de no quedar atrapado con la lectura de un libro, quizás por su identificación con lo que actualmente vive mi pequeño terruño o por la descripción similar de sus muertos, desaparecidos y torturados. Lo cierto es que no pude desprenderme de el hasta su fin. En 14 vibrantes capítulos, su autor nos introduce a la guerra que libran los carteles del narcotráfico entre sí, especialmente el Cartel del Golfo contra, sus otrora guardaespaldas, los "Z" y entre estos y el gobierno Mexicano. Utilizando una combinación de las técnicas básicas del reportaje con las técnicas literarias y ensayísticas, nos sumerge en un mundo de muerte, de desesperanza, del comercio de las drogas y de sus principales actores.
La primera pregunta del autor para el elector es si la guerra declarada  a los carteles de la droga es solo un intento de legitimar un gobierno asumido frente a las dudas de su legalidad electoral. Su respuesta no es tan importante para nosotros sino sus implicaciones para el caso similar que vive El Salvador, sumido en su propia guerra contra las Pandillas. Aquí también hemos encontrado esas acusaciones, primero en el gobierno de Mauricio Funes que negocio una Tregua con las Pandillas para evidenciar un supuesto éxito en la reducción de asesinados por día, segundo después por el gobierno de Sánchez Cerén al declararles una guerra sin cuartel pero con estrategias hasta ahora fallidas.
 
 
Las similitudes continúan, el autor nos enfrenta a cuestionamientos artos conocidos en el caso Mexicano pero nunca esbozados abiertamente en el caso salvadoreño. El gran talón de Aquiles del gobierno Mexicano ha sido la galopante corrupción en sus principales órganos, que en teoría, tienen la misión de perseguir el crimen, por ello, cuando el anterior electo Presidente Calderón asumió su cargo entre sospechas de "amaño", decidió declarar una guerra y apartar la vista del ciudadano de su cuestionada asunción al de la guerra contra los carteles.
Pero al hacerlo tuvo que decidir  a quién acudir de su gobierno, con la suficiente representatividad para encabezar esa lucha, no había otra posibilidad más que las Fuerzas Armadas. Es el guion seguido por los salvadoreños desde la Presidencia de Calderón Sol y magnificada en el quinquenio de Mauricio Funes y Sánchez Cerén. Ahora existe una profunda desconfianza en los militares mexicanos por el uso y abuso de su autoridad, por el empleo de la tortura, el desaparecimiento y otras practicas propias del crimen para combatir a los narcotraficantes.
Son las repetidas voces de alerta en El Salvador, sobre la corrupción al interior de la PNC y la FAES, en la adopción de practicas similares a las mexicanas, y que ahora salpican públicamente a nuestras instituciones, amenazándolas con llevarlas a una descomposición moral y un instrumento estatal no-confiable para combatir la amenaza que significan las Pandillas.
El otro punto clave en esta génesis, si, es la génesis de una nueva forma de guerra que combina las tácticas de una insurgencia, con las propias del crimen organizado, es la lucha por el control territorial, Los narcos en México para asegurarse los pasillos y corredores de traslado de la droga, mientras que en El Salvador, es el control territorial para reemplazar al Estado en ese control y el monopolio en el uso de la violencia.
La similitud con la guerra que libra la PNC y la FAES salvadoreña contra las Pandillas nos deja pensativos, reflexivos y asustados de una realidad mexicana, que como un guion cinematográfico, recorre El Salvador. Es que a caso no somos capaces de sacar las conclusiones consecuentes y cambiar el rumbo del país, ahora que aun estamos a tiempo. Es momento de poner nuestras barbas en remojo y dar vida a la discusión pública de la infiltración del crimen en nuestras instituciones, de la existencia de "escuadrones de exterminio" en nuestra PNC y la FAES, de la conveniencia de colocar a los servicios de inteligencia del Estado (PNC, FAES y OIE) bajo el escrutinio de la Asamblea Legislativa, etc, etc.
Este libro de 350 paginas, es el perfecto regalo para las autoridades salvadoreñas que tienen a su cargo el combate de las Pandillas, es como diría alguien, la biblia de su trabajo. La obra debería ser objeto de estudio y discusión en los ambientes académicos, ya es hora que dejemos los análisis de televisión, que no analizan nada y estudiemos un caso de laboratorio contemporáneo a nuestra realidad geográfica.   
 

jueves, 10 de mayo de 2018

GUERRA DE INVIERNO, RUSIA CONTRA FINLANDIA


Otra de las obras de la Editorial española San Martín dedicada a uno de los conflictos menos estudiados de la Segunda Guerra Mundial, la guerra Ruso-Finlandesa que estalló el 1 de diciembre de 1939 y que duraría hasta el 13 de Marzo de 1940, dejó atónito al mundo al ver la enconada resistencia que un país pequeño como Finlandia oponía a una de las mayores potencias militares de la época, la Rusia de Stalin. Una verdadera escuela para aquellos países pequeños que por diversas razones han sido parte del entramado internacional y atención de las superpotencias.
Por otro lado, este conflicto es muy parecido al que librasen los ejércitos de El Salvador y Honduras en Julio de 1969. En ambos conflictos se observaba un servicio militar obligatorio de 1 año de duración, los Teatros de Operaciones estaban confinados por una abrupta geografía, los medios utilizados, fueron escasos y no muy modernos, y un sistema de movilización muy similar entre los finlandeses y los salvadoreños, que a la larga permitieron el éxito a ambos ejercitos (un éxito defensivo en el caso finlandés). Por eso, los estudiosos de ese conflicto en Centroamericano harían muy bien en volver su visión investigativa en la guerra ruso-finlandesa.


Una frase en particular volvería a convertirse en habitual para describir las acciones militares, en este caso del ejército finlandés, me refiero a la táctica de la Tierra Arrasada, que inspirada en la que los rusos hicieron contra Napoleón, ahora los finlandeses practicaban contra el ejército Rojo. Desde entonces, el término seria popularizado por los movimientos insurgentes a lo largo de todo el mundo, como una descripción de las acciones militares emprendidas por sus enemigos (las fuerzas regulares) en su contra.
Esta guerra fue la primera prueba de fuego para el enorme Ejército Rojo organizado por Trotsky, derrotado en una serie de encuentros con el nuevo ejército finlandés, su organización se resintió de las purgas de Stalin y de la vigilancia, que sobre sus oficiales ejercían los Comisarios Rojos, que hasta en el nivel de Pelotón debían dar su aprobación para las acciones tácticas, haciendo con ello que la iniciativa y la audacia fueran escasa entre estos oficiales.
Para mí ha sido interesante estudiar la táctica finlandesa de los Motti, una modalidad que envolvía un triple proceso: reconocimiento y bloqueo, seguidos de ataque y aislamiento y, por fin, aniquilamiento. Pero esta táctica pudo ser eficaz al ejército finlandés debido a la peculiar organización del mismo, donde "las victorias obtenidas fueron consecuencia de una acción de mando enérgica y audaz que supo emplear las fuerzas, las posibilidades del terreno y las circunstancias del momento del modo más apropiado para obtener el mayor provecho de la situación".
Hay una batalla que nos ayuda a entender las limitaciones del poder de fuego contra unos defensores motivados y dispuestos al mayor sacrificio. En el área de defensa en torno a la pequeña ciudad finlandesa de Summa, al este del Golfo de Finlandia, los rusos descargaron una aterradora barrera de artillería, en 24 horas los rusos dispararon 300,000 granadas de artillería de diversos calibres, y aún así, no lograron superar la defensa finlandesa. En los Conflictos de contrainsurgencia, como se demostró en Vietnam y El Salvador no es la excepción, el fuego de la artillería fue muy poco eficaz a la hora de negarle movilidad al enemigo o propinarle un desgaste decisivo en la mayoría de batallas libradas que justificaran el gran uso de esta arma.
Sin duda amigos, es un libro que con sus 10 capítulos y 160 páginas debemos leer para aprender de sus enseñanzas.