Aparecido en 1985, el título del libro prometía tanto en un escenario poco documentado sobre nuestro conflicto interno, y aunque el autor lo intentó, se quedo muy corto. Sin embargo y pese a que gran parte del material esta referido a los grupos de masas y sus formas de lucha en los diferentes grupos subversivos que conformaron el FMLN, es en verdad está su mejor aportación.
En 1985, la izquierda del mundo y sus simpatizantes salvadoreños esperaban el triunfo de los revolucionarios salvadoreños, a lo largo de la obra en comento vemos este deseo al cual casi vislumbran como una realidad fatídica para el gobierno nacional y sus Fuerzas Armadas. Ahora, 30 años después de la firma de los acuerdos de Paz, cuanto damos gracias por que estos grupos marxistas-leninistas no hayan triunfado.
De sus cuatro capítulos y 123 páginas, el más productivo y provechoso para los estudiosos de la insurgencia y contrainsurgencia, es el Primer capítulo, que el autor dedica a los aspectos de la relación entre la lucha armada revolucionaria y la lucha política de masas. Dónde la primera abarca los organismos que llegaron a conformar el ejército revolucionario (ejército irregular, guerrillas y milicias) y el segundo referido a los grupos de masas y sus formas de lucha, esencialmente urbana.
Los grupos de masas alcanzaron su mayor desarrollo hacia principios de 1980 pero a partir de ese momento y los seis meses después de la ofensiva Final lanzada el 10 de enero de 1981, sus cuadros y estructuras fueron casi aniquiladas por completo. Primero porque sus cuadros mejor preparados fueron vaciados en el nuevo ejército rebelde y segundo, por la campaña exitosa que los CUSEP desataron contra ellos a partir de la información proporcionada por gran parte de la población, principalmente en lo que hoy se conoce como Gran Salvador.
Pese a que el autor intenta construir un cuadro en el que dicha fuerza, a partir de 1982 va recuperando su fuerza de choque, su aparecimiento en la lucha clandestina o abierta en las calles de la capital salvadoreña nunca llego a alcanzar aquel desarrollo de finales de 1979 y principios de 1980. Quizás el golpe mas duro sufrido por estas estructuras fueron, las elecciones realizadas en 1982 y 1984, las que proveyeron el marco para iniciar el regreso democrático de un gobierno, ahora representativo y que marcó definitivamente el rechazo de la mayoría de la población a los grupos subversivos del FMLN.
Indudablemente es un libro que hay que leer y sacar las lecciones necesarias de una contrainsurgencia exitosa.
