lunes, 30 de julio de 2018

QUO VADIS CENTROAMÉRICA

Uno de mis libros preferidos por la información fotográfica que posee y que se publicara en una época de convulsiones y muerte en el país. La obra es sin duda parte de aquellos libros históricos que han pasado a la galería de la fama por su bien cuidada expresión fotográfica y el guión literario que le acompañó. En 143 páginas, el autor, un fotógrafo francés de apellido Clariond, nos sumerge en los inicios de la vorágine de violencia que sacudió a Centroamérica en los años setentas y ochentas.
Podemos encontrar históricas fotografías de los paracaidistas salvadoreños durante las operaciones COIN ejecutadas en San Vicente a mediados de 1981, o de los CUSEP en sus vehículos blindados UR-416 durante las operaciones de control urbano en la capital, así como interesantes datos de los decomisos de armamento efectuado por la Policía de Costa Rica y que tenían como destino a los grupos rebeldes en El Salvador.

El valor de la obra es su elemento fotográfico, pues el fotógrafo francés ha seleccionado una época convulsa, que siendo objeto de la atención internacional, la mayoría de fotografías disponibles, hasta ese momento, eran la publicada en los periódicos. Reproducidas en este libro, esas fotografías se vuelven icónicas e históricas y que bien que puedan ser contempladas por las nuevas generaciones de centroamericanos a través de este documento.
Una excelente lectura para esta vacaciones de agosto.

miércoles, 25 de julio de 2018

POR QUÉ FUIMOS A LA GUERRA...?


Una excelente obra sobre la guerra de las 100 Horas librada por El Salvador contra Honduras en julio de 1969. Es un documento fotográfico más que todo que ilustra perfectamente los diferentes momentos que atravesó este conflicto desde el comienzo de las expulsiones violentas de la minoría salvadoreña radicada en Honduras por el gobierno de ese país. Este es el merito de la obra, el abundante uso del recurso fotográfico para explicar el punto de vista de la autora, que valga la pena mencionar, es la señora María B. de Membreño.
Publicado en agosto de 1969, el libro, quizás, fue de los primeros en ser publicado sobre dicha guerra. En sus 110 páginas y dividido en 6 capítulos, la autora nos entrega una breve reseña de la guerra ilustrada con valiosas e importantes fotografías para aquellos que estudiamos la historia militar salvadoreña. Por ejemplo, el libro es el único que publica una foto de los vehículos blindados para el transporte de valores que fueron requisados a la banca nacional para su uso en la guerra, apodados "Las Niñas" por el enorme estruendo que hacían al estar en marcha, debido a que se les quitaron los escapes de los mismos, todo para provocar mayor temor entre las tropas hondureñas.
Fotografías sobre los principales equipos militares que utilizaron las tropas salvadoreñas en esta guerra como los Fusiles Sin Retroceso M20 de 75mm, de manufactura norteamericana, ametralladoras Browning de 7.62mm y Browning M3 de 12.7mm también pueden ser observadas, así como los fusiles G-3, Máuser y Garand; sub-ametralladoras Madsen de 9mm; en fin, toda una serie de equipo que atestigua lo bien que estaban armados los soldados salvadoreños para esta guerra.


En otra parte de la obra se pueden apreciar las fotografías de los tanques Stuar M3A1, los camiones REO M35 provistos de blindaje y bautizados con el nombre de "Rayo" y otro tipo de camiones de transporte militar y que se desconocía que El Salvador los poseyera. Por eso es muy importante este libro, por la evidencia gráfica aportada al equipamiento del ejército salvadoreño de la época.
el otro aporte significativo en la reconstrucción de los hechos de aquella guerra, es la transcripción de discursos y partes de guerra del gobierno y del Estado Mayor General salvadoreño, documentos de consulta cuando se quiere abordar el estudio de dicho conflicto.
Es sin duda una joya histórica en ese sentido y que no debe faltar en la biblioteca de nuestros historiadores militares.

domingo, 1 de julio de 2018

TICANTE: LA BATALLA POR NUEVA OCOTEPEQUE



TICANTE ha sido la única obra escrita en Honduras que no refleja las mentiras, exageraciones e inventos de caso todo lo que en ese país se ha escrito sobre la guerra que en julio de 1969 sostuvieran El Salvador y Honduras. Escrita por un veterano de guerra de aquel país, la misma recoge las memorias del autor en el Frente Sudoccidental hondureño, que enfrentó al Teatro de Operaciones Norte salvadoreño y cuya derrota permitió a estos últimos, conquistar la ciudad de Nuevo Ocotepeque.
Extremadamente sincera, la obra describe lo pesimamente que estaba preparado el ejército hondureño para un enfrentamiento con el salvadoreño, desnudando la realidad de TOSO y sobre todo, la organización, el mal entrenamiento y la escasa disponibilidad de municiones para tal choque. Sus memorias son además, testigos de la ineficiencia del apoyo aire-tierra del que muchos autores hondureños han considerado casi perfecto; sus descripciones de las misiones fallidas de la FAH dejan en evidencia otra triste realidad.


Lo más importante de este testimonio, es la descripción de los angustiosos combates librados contra el 1er. y 8vo. Batallones de Infantería salvadoreños que constituían la punta de lanza del TON. La descripción de los combates contra la avanzadilla blindada salvadoreña frente a la quebrada El Ticante (en razón de la cual bautizará con ese nombre a su obra) son testimonio de la fiereza de los combates en dicha área.
Es recogida también, el estado de ánimo de los oficiales del TOSO y valoraciones muy concretas sobre la confianza o no, que les merecían sus oficiales superiores y lo pobremente preparados que estaban para tan guerras. El autor hace mención de un secreto a voces que se propagó después de la guerra y que ahora sabemos fue verdad, las plazas fantasmas que existían en los batallones del ejército hondureño, lo que no les permitió enfrentar en mejores condiciones a los salvadoreños.
El autor terminaría su participación en la guerra como prisionero de guerra y como tal evacuado a las cárceles de, cuartel de San Vicente a la espera del término de la guerra y el intercambio de prisioneros. Creo que en el lado hondureño no hay otro testimonio tan descriptivo y veraz de los combates que sostuvieron ambos ejércitos y que desmiente hasta el día de hoy todas las mentiras que otros autores han tejido sobre esta guerra.
No hay duda que la obra dividida en seis capítulos y  221 páginas debe ser objeto de estudio y análisis en las escuelas militares y centros de estudio centroamericanos, pues en los anales de la vida republicana de Centroamérica, no existe parangón alguno.