viernes, 18 de mayo de 2018

LA GUERRA DE LOS ZETAS, VIAJE POR LA FRONTERA DE LA NECROPOLÍTICA

Tenia tiempos de no quedar atrapado con la lectura de un libro, quizás por su identificación con lo que actualmente vive mi pequeño terruño o por la descripción similar de sus muertos, desaparecidos y torturados. Lo cierto es que no pude desprenderme de el hasta su fin. En 14 vibrantes capítulos, su autor nos introduce a la guerra que libran los carteles del narcotráfico entre sí, especialmente el Cartel del Golfo contra, sus otrora guardaespaldas, los "Z" y entre estos y el gobierno Mexicano. Utilizando una combinación de las técnicas básicas del reportaje con las técnicas literarias y ensayísticas, nos sumerge en un mundo de muerte, de desesperanza, del comercio de las drogas y de sus principales actores.
La primera pregunta del autor para el elector es si la guerra declarada  a los carteles de la droga es solo un intento de legitimar un gobierno asumido frente a las dudas de su legalidad electoral. Su respuesta no es tan importante para nosotros sino sus implicaciones para el caso similar que vive El Salvador, sumido en su propia guerra contra las Pandillas. Aquí también hemos encontrado esas acusaciones, primero en el gobierno de Mauricio Funes que negocio una Tregua con las Pandillas para evidenciar un supuesto éxito en la reducción de asesinados por día, segundo después por el gobierno de Sánchez Cerén al declararles una guerra sin cuartel pero con estrategias hasta ahora fallidas.
 
 
Las similitudes continúan, el autor nos enfrenta a cuestionamientos artos conocidos en el caso Mexicano pero nunca esbozados abiertamente en el caso salvadoreño. El gran talón de Aquiles del gobierno Mexicano ha sido la galopante corrupción en sus principales órganos, que en teoría, tienen la misión de perseguir el crimen, por ello, cuando el anterior electo Presidente Calderón asumió su cargo entre sospechas de "amaño", decidió declarar una guerra y apartar la vista del ciudadano de su cuestionada asunción al de la guerra contra los carteles.
Pero al hacerlo tuvo que decidir  a quién acudir de su gobierno, con la suficiente representatividad para encabezar esa lucha, no había otra posibilidad más que las Fuerzas Armadas. Es el guion seguido por los salvadoreños desde la Presidencia de Calderón Sol y magnificada en el quinquenio de Mauricio Funes y Sánchez Cerén. Ahora existe una profunda desconfianza en los militares mexicanos por el uso y abuso de su autoridad, por el empleo de la tortura, el desaparecimiento y otras practicas propias del crimen para combatir a los narcotraficantes.
Son las repetidas voces de alerta en El Salvador, sobre la corrupción al interior de la PNC y la FAES, en la adopción de practicas similares a las mexicanas, y que ahora salpican públicamente a nuestras instituciones, amenazándolas con llevarlas a una descomposición moral y un instrumento estatal no-confiable para combatir la amenaza que significan las Pandillas.
El otro punto clave en esta génesis, si, es la génesis de una nueva forma de guerra que combina las tácticas de una insurgencia, con las propias del crimen organizado, es la lucha por el control territorial, Los narcos en México para asegurarse los pasillos y corredores de traslado de la droga, mientras que en El Salvador, es el control territorial para reemplazar al Estado en ese control y el monopolio en el uso de la violencia.
La similitud con la guerra que libra la PNC y la FAES salvadoreña contra las Pandillas nos deja pensativos, reflexivos y asustados de una realidad mexicana, que como un guion cinematográfico, recorre El Salvador. Es que a caso no somos capaces de sacar las conclusiones consecuentes y cambiar el rumbo del país, ahora que aun estamos a tiempo. Es momento de poner nuestras barbas en remojo y dar vida a la discusión pública de la infiltración del crimen en nuestras instituciones, de la existencia de "escuadrones de exterminio" en nuestra PNC y la FAES, de la conveniencia de colocar a los servicios de inteligencia del Estado (PNC, FAES y OIE) bajo el escrutinio de la Asamblea Legislativa, etc, etc.
Este libro de 350 paginas, es el perfecto regalo para las autoridades salvadoreñas que tienen a su cargo el combate de las Pandillas, es como diría alguien, la biblia de su trabajo. La obra debería ser objeto de estudio y discusión en los ambientes académicos, ya es hora que dejemos los análisis de televisión, que no analizan nada y estudiemos un caso de laboratorio contemporáneo a nuestra realidad geográfica.   
 

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