viernes, 31 de agosto de 2018

HÉROES Y HEROÍNAS DE LA SABANA

Otra memoria de uno de los combatientes de la guerrilla salvadoreña que nos traslada a los inicios de 1980 y 1981, en el Frente Para-central, militando en las filas de la organización subversiva FPL. Como tantas, entre recuerdos y anécdotas, el autor nos describe sus vivencias plagadas de muchos errores al describir las acciones del ejército y repetir una y otra vez, la supuesta superioridad de los combatientes insurgentes sobre los soldados del ejército regular; se le olvidó que ambos son salvadoreños y que la entrega y el sacrificio corrió a ambos lados por igual.
En sus 124 páginas, el autor describe las condiciones en que surgió la lucha en la zona de Tecoluca hasta la desembocadura del río Lempa en el Océano Pacífico, zona de guerra enclavada en el Teatro conocido como Frente Para-central por el FMLN. El relato se centra en su experiencia personal pero abona con la descripción de líderes rebeldes poco conocidos durante la guerra, excelentes datos para nuestros investigadores.
Como tantos otros ex-miembros de la guerrilla que han escrito sus memorias, se vuelve manifiesta en ellas, esa necesidad de contar una lucha heroica contra tropas numéricamente superiores y mejor armadas, como una forma de contribuir al recuerdo de la leyenda del guerrillero heroico; el problema es que tales cuentos no resisten la lupa del investigador, por ejemplo. el autor nos habla de la batalla ocurrida en la Hacienda La Sabana, al sur de Tecoluca aquel 25 de enero de 1981, en las postrimerías de la fracasada Ofensiva Final, lanzada el 10 de enero de 1981 por el FMLN.
Hablar de ataques de artillería y bombardeos con bombas de 500 libras, el uso de los aviones de reconocimiento Cessna O-2 es, por decir poco, un tremendo error histórico. La operación aerotransportada realizada por la FAS sobre la pequeña pista aérea ubicada en dicha Hacienda, tenía como objetivo capturar o destruir los aviones ubicados en dicha pista y que horas antes habían lanzado armas y pertrechos a las columnas de las FPL operando en la zona.


Operando desde Ilopango, los paracaidistas salvadoreños ejecutaron un clásico salto de combate desde un avión de transporte Aravá apoyados por un entrenador armado Fouga Magister, que llevaba dos bombas de 100 libras. Decir que hubo Cessna O-2 en la operación es ignorar que tales aeronaves vinieron al país hasta mediados de 1982 y que los Magister no podían llevar una carga tan pesada como las bombas de 500 libras.
La mayoría de escritores provenientes de la guerrilla tienden a exagerar estos hechos pensando en que les da más valor y ascendencia moral sobre su adversario, pero al contrario, al contrastarla con la realidad, solo contribuye a desacreditar su testimonio. Algo desilusionado con este libro, sin embargo siempre encuentro algo de valor. esta obra describe algunas de las operaciones de control de población hechas por los antiguos CUSEP en la zona antes mencionada y otras aledañas, son verdaderos ejemplos de lo que no se debe hacer en una guerra de contra-insurgencia y es un ejemplo valido para la actual lucha que libra la PNC contra los grupos terroristas ahora llamadas pandillas.
La historia sirve para eso, para aprender de nuestros errores y no volver a cometerlos.

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