lunes, 22 de octubre de 2018

LA GUERRA DE LOS DESPOSEÍDOS, HONDURAS Y EL SALVADOR 1969

Otro libro que deseaba leer desde hace mucho tiempo, se ha escrito mucho sobre la guerra que El Salvador y Honduras libraron en julio de 1969 pero en la mayoría de los casos, las operaciones militares han sido dejadas de lado para abordar estos hechos desde diferentes ópticas, como la económica, diplomática o social. El autor de la presente obra no escapa a  esta línea muy a pesar mio. En sus 182 páginas, divididos en 9 capítulos, Anderson comienza por plasmar una excelente investigación sobre los diversos hechos, que a su juicio constituyen las causas de esta guerra, yo no puedo más que concordar con él.
La guerra tiene múltiples factores que explican sus causas y la de julio de 1969 no escapa a este axioma. Los capítulos dedicados a examinar a cada país antes del conflicto nos presentan unas realidades poco entendidas y pese a que la obra se publicó en 1980, no deja de tener vigencia en muchos de sus señalamientos. Quizás uno de los más importantes es la construcción de la gobernabilidad en ambos países y el uso de factores externos para ocultar deficiencias y luchas intestinas en cada país.
Emerge así, un retrato de los gobiernos de ambos países y sus diferencias, sus apuestas de desarrollo y las circunstancias que las impidieron. Hay una descripción aquí, de las elites gobernantes y su concepción del mundo, de sus privilegios y destinos que en modo alguno son los mismos para los estratos más humildes de cada país. Otro factor que analiza el autor es la cuestión de la inmigración, que a la postre jugó un papel importante en el desarrollo de la crisis que llevaría a la guerra a ambos países.
Un aspecto importante de la obra es que recoge los orígenes de ese grupo que cobró inmisericorde fama y que ha pasado a la historia como "La mancha brava". Un grupo de activistas y simpatizantes del gobierno que aterraban, golpeaban y atacaban a sus oponentes. Uno de los organismos olvidados por la mayoría de nuestros historiadores y que jugaría un papel importante a la hora de materializar las expulsiones violentas de la minoría salvadoreña en Honduras.


Lo único que extraño en estos análisis es el de debió dedicarse al elemento militar de cada país. He aquí el meollo del asunto. Para entender esta guerra es preciso analizar el desigual desarrollo de ambas fuerzas armadas, su entrenamiento, equipamiento, doctrina y liderazgo; sin ello, no es entendible ni la planificación, ni el desarrollo de los hechos puramente militares.
y ya no se dicha cuando el autor pasa a describir las operaciones militares. Hay un total desconocimiento de la ciencia y el arte militar que ha dado paso a descripciones demasiado simplistas o que recitan estribillos que no resisten el menor análisis serio. Afirmar que la construcción de las dos puntas de lanza de la invasión salvadoreña son la mejor evidencia de que El Salvador perseguía objetivos de conquista o más allá de una acción punitiva, es llevar demasiado lejos la especulación.
Es aquí donde hace falta mayor investigación, es en el factor militar que descansa el hecho principal de una guerra y es, a lo largo de nuestra historia, el más olvidado.
Poco entendido y soslayado a veces, el estudio de los aparatos militares que se enfrentaron aquel julio de 1969, lo que en verdad hace falta. Lastima que el autor no prodigo la importancia de este factor como si lo hizo a los otros y que describe muy bien en su obra. Hasta los mapas de las operaciones militares que agrega están plagados de errores y equivocaciones. Pero como muchas obras que tratan este tema, es imprescindible su lectura y análisis.

2 comentarios:

  1. Alguien tendrá ese libro en PDF lo he buscado en muchas editoriales y librerías y no esta a la venta en ningún lado al parecer la UCA no lo volvió a imprimir

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  2. Es difícil encontrarlo, pero lo puedes buscar en las ventas del centro de la capital.

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