viernes, 26 de febrero de 2021

CONFESIONES DE UN PARACO

Un excelente libro sobre uno de los capítulos más oscuros de la guerra en Colombia, el Para-militarismo con su sangrienta guerra nos deja enseñanzas para los interesados en los conflictos irregulares que asolaron nuestro continente durante las últimas décadas del siglo XX y principios del siglo XXI. La guerra en Colombia fue una de las más largas libradas en nuestro continente, poco estudiada, la historia de los Paramilitares es descrita en la obra de forma sucinta pero reveladora de sus formas de operación, su lucha contra las guerrillas marxistas y sus vínculos con los carteles de la droga.

Es revelador encontrar que los conceptos de dominio territorial son compartidos con las guerrillas marxistas, donde asesinar, ajusticiar o eliminar a quienes se oponen a sus acciones, o ser considerados colaboradores de sus enemigos, convierten a los lugareños en objetivos valederos. Por lo general, las guerras de guerrillas que asolaron nuestro continente han sido descritas, mayormente, por los intelectuales de izquierda y sus acólitos, como una lucha romántica en que se retrata al insurgente marxista como un héroe que se levanta contra la tiranía y al soldado como una especie de asesino sicópata.

Como toda organización irregular, los Paramilitares colombianos debieron establecer centros de entrenamiento, tanto para sus tropas como para sus jefes; escuelas de entrenamiento en las que casi siempre eran militares retirados, sus instructores. Lo que me recordó la práctica de las pandillas salvadoreñas al reclutar oficiales, retirados o en activo para acceder a este entrenamiento. Descrita con mucho detalles, están la organización que asumieron estos grupos irregulares, tanto militar como de funcionamiento y su sangrienta guerra librada contra las guerrillas marxistas o quien se les opusiera.

Preñada de ajustes de cuenta, desapariciones, traiciones y asesinatos a mansalva, la obra nos adentro en este oscuro mundo de la mano de uno de sus protagonistas, el cual escaló las diversas jerarquías en uno de sus Frentes de Guerra. Como otros tantos de sus jefes, fue purgado al final, de cara a la desmovilización de estos grupos, un ajuste de cuentas de los nuevos jefes.

Acciones armadas contra las guerrillas o contra grupos rivales o del narcotráfico, son descritas con claridad y mantienen al lector pegado a su lectura. Otro dato interesante del libro es el uso de los famosos cilindros de gas rellenos de explosivos, llamados Tepezcuintles por la guerrilla salvadoreña, y quienes fueron sus inventores al utilizarlos como armas durante nuestro conflicto. Es sabido que el PCS enseñó a sus homólogos de la FARC la construcción y uso de estos artefactos explosivos, pero hasta ahora no se sabe como llegó tal tecnología casera a ,anos de los Paramilitares o si simplemente la copiaron de sus enemigos.

Son 192 trepidantes páginas que sumergen al lector en el mundo de los Paramilitares colombianos, sus formas de operar, su organización y sus conexiones criminales con los carteles del narcotráfico, las autoridades civiles, militares en activo, etc. nada es ocultado en este diario de uno de los jefes Paramilitares, cuyo manuscrito fue encontrado en su camioneta momentos después de huir apresuradamente y escapar a su ejecución.

martes, 23 de febrero de 2021

LA BATALLA DE CABINDA

Un libro interesante sobre una batalla poco conocida en la larga guerra librada en Angola con la participación de las fuerzas militares cubanas. Poca literatura sobre esa guerra ha llegado a nuestras fronteras pese a que ahora tenemos relaciones diplomáticas con Cuba. El libro dividido en cinco capítulos y221 páginas nos lleva al nor-oeste de Angola, a la región o enclave de Cabinda, rodeada casi en su totalidad por el Congo y el anterior Zaire. Una región rica en petróleo y por tanto de vital importancia económica para el  nuevo estado marxista angoleño.

En razón de esa importancia, los cubanos deciden llevar a esa zona un importante contingente de tropas, cuya misión principal es la organización de un centro de entrenamiento y la defensa de la zona. Bajo la bandera del internacionalismo marxista-leninista, los 231 soldados cubanos, aprovisionados con baterías de morteros de 82 y 120mm, FSR de 75mm y obuses de 122mm arriban a principios de septiembre de 1975 a Cabinda. El 8 de noviembre comienzan las acciones entre las tropas cubanas, 2 batallones de soldados angolanos contra unas 1,500 tropas de Zaire, guerrillas del FLEC y mercenarios blancos.

El libro es muy importante porque nos permite comparar las formas en que dos fuerzas militares intervienen en una guerra en otro país. Me refiero al envió de las cubanos a Angola y de los asesores estadounidenses a El Salvador. No hay duda que las misiones de intervención internacionalistas cubanas en Argelia, Siria, El Congo y tantos otros países, les ha permitido construir una rica experiencia militar y usar sus enseñanzas en sus nuevas misiones. Por su parte los Estadounidenses salían de su traumática intervención en Vietnam y decidieron dejar de lado sus enseñanzas.

Esto es evidente cuando uno compara la preparación de ambas fuerzas para su participación en Angola y El Salvador. Mientras los cubanos montaron un centro de preparación para sus tropas destacadas en Angola, donde recibían una preparación de dos semanas, poco tiempo pero mejor que la nula preparación de los militares estadounidenses, quienes no recibían ninguna.

Otro interesante dato es que la mayoría de oficiales y técnicos o especialistas cubanos eran seleccionados de las unidades de reserva mientras que la mayoría de norteamericanos provenían de sus selectos Boinas Verdes con una preparación y experiencia más completa que sus homólogos cubanos. La lucha por Cabinda fue una mezcla del combate regular y de guerrilla; en el que cubanos y el nuevo ejército nacional de Angola (FAPLA) tenían experiencia.

Otro hecho importante que resalta en esta lucha es que tanto los soldados nacionales angolanos como sus similares salvadoreños fueron capaces de asimilar el entrenamiento en condiciones precarias, de mucho riesgo y salir avante pese a todo ello. El uso de nuevas tácticas y armas, debido a la situación extrema en que combatieron cubanos y angolanos, hizo que se utilizaran armas, como los cañones antiaéreos de 14.5mm rusas, llamados cuatro bocas por los cubanos (en razón de sus cuatro cañones) en los combates terrestres. Siendo todo un acierto por su tremendo poder de fuego.

El empleo de pequeñas unidades de infantería a nivel Pelotón y Compañía en los diferentes combates sostenidos son un rico compendio de enseñanzas para aquellos que estudiamos el arte de la guerra. Después de tres días de duros e intensos combates, la batalla de Cabinda se saldó con la victoria de las tropas cubanas y angolanas con tan solo 5 angolanos heridos y 13 muertos y 2 cubanos heridos, según las cifras oficiales dadas por los cubanos.

Dejando de lado el rimbombante lenguaje de los marxistas cubanos y haciendo a un lado su idolatría por Fidel Castro, el libro vale la pena leerlo.

lunes, 15 de febrero de 2021

LE LLAMABAN LAURA

Acabo de terminar de leer este libro, como esperaba, no se aparta del consabido guion de la novela heroica que retrata al guerrillero héroe frente al soldado villano. La obra esta centrada en las memorias de Miren Odriozola, una española vasca que vino a sumarse a la lucha de la guerrilla en él área de salud, con las FPL en los frentes de batalla en Chalatenango. el contexto escrito en el libro, es el de siempre, 14 familias que dominan todo el país y los 30,000 muertes de la masacre de 1932, nada nuevo para los escritos de izquierda que, aún a estas alturas del fracaso del comunismo, siguen reivindicando la justeza de su lucha.

Debido a las relaciones de cooperación establecidas entre el movimiento comunista vasco y la infame ETA, muchos españoles de origen vasco se presentaron como internacionalistas en El Salvador, según la obra, algo más de 100 de ellos y otros europeos se alistaron, principalmente, en las áreas de salud y alfabetización. La obra es importante para los estudiosos de la historia de nuestra guerra porque describe con algún detalle, la organización de los servicios médicos de la guerrilla, hablamos de las FPL en las áreas de Chalatenango.

Los servicios médicos de combate, en ambos adversarios no han sido debidamente investigados y por ello, es importante el aporte de estos trozos de historia dedicados a ellos. Aunque un poco confuso, el autor nos lleva por una línea histórica desde 1982, cuando el personaje principal de estas memorias arriba al país hasta su ultimo viaje con ocasión del triunfo de Mauricio Funes en 2009. Digo confuso, pues sin el contexto adecuado, las diversas etapas que atravesó la lucha en el país no son entendidas con claridad.

Esto pasa porque los escritores de izquierda prefieren retratar los años de máximo crecimiento de la guerrilla y evitan hablar de la etapa dura y casi fatal para la insurgencia entre 1985 y 1988. Periodo en que la guerrilla tocó fondo y estuvo a punto de ser derrotada. Pero bien, el libro aporta en otra áreas pco conocidas en la historia de la subversión.

Se reconoce por primera vez, la deserción de más del 50% de estos voluntarios vascos, quienes no aceptaron la visión militarista, obtusa y cerrada de las FPL, pero más importante aún, reconocen que la matanza que perpetró Mayo Sibrián, el carnicero de la Paracentral, alcanzó también las áreas de Chalatenango y fue otra de las causas para abandonar a este grupo insurgente. 

Importante es, la forma en que describen el uso de niños como mensajeros (correos), pues son pocas las veces que el FMLN acepta públicamente el uso de los niños en los frentes de guerra para cumplir tareas militares. Algo de lo que a muy pocos en sus filas, les gusta hablar. Para quienes gustan de los temas de género y sexualidad, el libro también los aborda y nos presenta la perspectiva de la guerrilla y sus comandantes sobre estos temas.

En 224 páginas, divididas en ocho capítulos, el libro no deja de aportar a la reconstrucción de la historia de nuestra guerra. La lectura de la obra pues, se vuelve muy instructiva y aporta grandemente sobre este hecho oscuro en la guerrilla salvadoreña. Definitivamente es una lectura que no se pueden perder.

sábado, 13 de febrero de 2021

LOS CAPOS, LAS NARCO-RUTAS DE MÉXICO

Aparecido a finales de 2006, el libro sacó a la luz una verdad a gritos que desde hacia mucho tiempo, se sospechaba de los carteles de la droga en México, el patrocinio de altos funcionarios del gobierno, tanto a nivel Federal, Estatal como municipal y que las principales instituciones encargadas de su combate, están cooptadas por el narcotráfico, incluyendo en ellas a la Policía en todos los niveles, y el mismo ejército.

La obra es el reflejo de la triste corrupción que anida en la sociedad mexicana y sus instituciones, corrupción que ya es vista como algo normal y que ha sido patrocinada e impulsada desde el mismo gobierno. Las 274 páginas y sus cinco capítulos, nos llevan por un viaje que nos describe cómo los señores del narcotráfico actual surgieron de aquellas empresas criminales, de tipo regional y caudillistas para empoderarse y construir los actuales carteles internacionales, en guerra entre sí mismos por el dominio de las narco-rutas y contra el gobierno.

El proceso de militarizar la lucha contra los carteles de la drogas inicio en el sexenio del Presidente Ernesto Zedillo, cuando muchos oficiales fueron llevados a la PGR (Procuraduría General de la República) para encabezar la lucha desde esta institución. Pero el peso demoledor del dinero del narco corrompió a la mayoría y se colocaron al servicio de los señores de la droga. Desde entonces, la incursión de la milicia en su lucha contra las drogas, se ha visto llena de escándalos, cuando de vez en vez, salen a la luz los militares pagados por la droga.

Ahora que están de modas las series televisivas del narcotráfico, vemos, con tristeza, que están no son más que un débil espejo de la realidad que consume a sociedades como la mexicana, presa de su propio sistema de gobernanza, atrapada entre sus propias incoherencias y sumida en sus propios desatinos, se desliza paso a paso hacia una caótica situación que la puede convertir en un Estado fallido.

15 años después del lanzamiento de este libro, México sigue deslizándose por una ruta que le leva directo a ser un Estado fallido. Ya descrito por su autor, ahora vemos que la capacidad de adaptación de las células de trabajo o dirección de los carteles, dio origen, con el paso del tiempo, a nuevas y más poderosas estructuras, ahora internacionales capaces de amenazar al propio Estado.

Centroamérica no esta exenta de esta influencia, pues los carteles han establecido rutas aéreas, marítimas y terrestres que circulan por toda Centroamérica desde Colombia hasta México, pero es en el Triangulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) donde apareció otro actor, territorialmente más fuerte, cuya alianza con los carteles de la droga ha puesto en jaque a los gobiernos de estos débiles países, las pandillas o maras.

Guatemala, a la que se considera casi un Estado Fallido, se le suma el narco-gobierno de Honduras, mientras que en El Salvador, el crimen organizado se aúna con la corrupción entre los personeros del gobierno para corromper instituciones como la PNC y la FAES y facilitar de esta manera el control del gobierno.

Muy revelador fue para mí, descubrir que unidades militares completas estuvieron al servicio del narcotráfico en México, como fue el triste caso del 21 Regimiento de Caballería Motorizada, en Nuevo Laredo. El entrenamiento en tácticas y armamento pesado en los cuarteles del ejército no es algo extraño ya, en nuestro medio, hay causas que se siguen investigando sobre este particular en un cuartel del occidente del país.

La obra contiene una descripción detallada del ascenso al poder de los señores de la droga mexicanos, desde sus humildes inicios en la década de los años setenta hasta principios del siglo XXI. Muy importante para conocer a estos señores o barones de la droga, sus acciones y pensamiento criminal. Un libro que sin duda debemos leer detenidamente y sacar nuestras conclusiones antes que sea muy tarde.