Otra de las obras que componen la colección Historia del siglo de la violencia, de la editorial española San Martín. Esta vez dedicada a las fuerzas blindadas de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Alejada de la guerra de infantería que se libró en el Pacífico y el Extremo Oriente, áfrica del Norte y Europa sintetizan el desarrollo y origen de una idea, iniciada en los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial, en el Frente Occidental, cuando aparece por vez primera el carro de combate, llamado Tanque y cristalizada en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial.
Pese a que su origen fue e dado en el campo de los aliados, Inglaterra y Francia en la vanguardia de su desarrollo, fueron sus enemigos, los alemanes quienes siguieron esta innovadora idea y la desarrollaron como un conjunto de fuerzas capaz por sí misma de derrotar a los anticuados ejércitos de infantería. El aforismo del líder francés de carros, Gral. Jean Estienne, de "acción ofensiva en masa y por sorpresa" golpeo a los aliados cuando aquel verano de 1940, los Panzer alemanes atravesaron fulgurantes, las líneas defensivas francesas en las Ardenas y aislaron al Cuerpo Expedicionario inglés sobre los puertos del canal de la Mancha. Una lección que como toda acción radical en su concepción y puesta a punto, comenzó mucho antes.
Así es, fue en la década de los años treinta en que se forjaron los cimientes de lo que luego se conocería como Guerra Relámpago, y el estudio de esta época nos da lecciones que una y otra vez, los ejércitos han atravesado en su historia, y no solo en la cuestión de los carros de combate, si no en todo el espectro del desarrollo de un ejército, su equipamiento y entrenamiento, de ahí lo valioso que es estudiar las enseñanzas de otros. La estrechez financiera, lo obtuso del pensamiento conservador en los más altos cargos del ejército y la falta de una comprensión por el mando político de la nación, son los ingredientes, casi omnipresentes en estas situaciones, las que a veces se saldan con la derrota, como les sucedió a los franceses.
Pese a la ventaja numérica de los aliados frente a los alemanes en mayo de 1940, unos 3,808 carros blindados contra 2,287 alemanes, franceses y británicos fueron incapaces de enfrentarse a las veloces panzerdiciones que haciendo uso de un mejor sistema de comunicaciones, mando y control y sobre todo, la nueva forma de concebir el combate con carros de combate, dieron a los alemanes una ventaja tal, que nada pudieron hacer las formaciones de carros aliadas para contrarrestarlos.
Pese a esta devastadora derrota, el aprendizaje fue duro pero unido a la enorme capacidad de producción de los EUA y las enormes cantidades de carros de combate puestas en juego por los rusos, la derrota de las panzerdiciones solo fue cuestión de tiempo. De sus batallas, materiales y tácticas, emergería una nueva fuerza blindada que ya en plena Guerra Fría se vería enfrentada con sus viejos enemigos y uno nuevo. Sí el infante armado con una nueva gama de armas antitanques y que le permitió a las fuerzas guerrilleras desafiar al carro de combate en las nuevas guerras de insurgencia que asolaron el mundo en la segunda mitad del siglo XX.
En Centroamérica, en los conflictivos años ochenta, solo Nicaragua llegó a construir una verdadera fuerza blindad capaz de operar como tal y la que hoy en pleno siglo XXI, sigue armándose para una guerra de este tipo. En los años ochenta, los primeros en llegar fueron los tanques T-55 y los tanques anfibios PT-76, y en los primera década del siglo XXI fueron completados con los T-72, dotándose a su infantería mecanizada con los transportes BTR-60 y BMP-1.
Sin duda debemos estudiar las lecciones del pasado para no ser sorprendidos en el futuro, ahora que Nicaragua se ha aliado con nuestro eterno enemigo, Honduras, haríamos bien en echarle un vistazo a nuestra capacidad antiblindaje.
