domingo, 17 de noviembre de 2019

493 DÍAS EN CUITO CUANAVALE

Un libro por demás interesante y bien logrado, claro, salvando la misongería con los hermanos Castro y la retórica marxista, el libro nos presenta de manera fluida los acontecimientos que llevaron a la Misión Militar en Angola enviar una fuerza de tarea mixta de tanques, infantería y artillería para enfrentar, junto a las tropas de la FAPLA angolanas, la embestida sudafricana en  Cuito Cuanavale. Contada especialmente por quienes fueron jefe y segundo jefe de dicha Fuerza de Tarea, además de incluir los testimonias de muchos oficiales de las diversas armas y servicios que formaron parte de esta fuerza, el libro recrea con gran realismo, no solo la conformación, traslado y combates que dicha fuera enfrentó para llegar a su destino y combatir contra las fuerzas de la UNITA respaldadas por los sudafricanos.
Especialmente interesante son las descripciones del uso de los tanques en situaciones poco usuales para este tipo de medios, así como el uso intensivo de los ingenieros para superar los obstáculos y campos minados enemigos, utilizando equipo mecanizado de origen soviético. Los pormenores de las construcciones defensivas y el intensivo uso del reconocimiento y ataque aéreo a baja altura son otro crédito extra del libro, es todo un rosario de estudio para los especialistas en tácticas y equipos de combate.

Importante para mí fue descubrir que los oficiales cubanos asignados a Angola provenían de sus cuadros más fogueados en otros intervenciones militares cubanas como la de Etiopía y con intensos estudios en las mejores academias de guerra de la otrora URSS, lo que demuestra la gran acumulación de experiencia militar gracias a sus intervenciones en otros países y el apoyo soviético en el entrenamiento de sus cuadros. Lo interesante de todo esto es que, a diferencia de los ejércitos árabes que también recibieron dicho apoyo, los cubanos decidieron hacer una mezcla de su entrenamiento soviético y el que dictaba su propia experiencia o instinto militar, lo que a la larga les permitió enfrentar a uno de los mejores ejércitos del mundo y no ser aplastante mente derrotados como los árabes en sus guerras contra Israel.
Lo más interesante del libro, para mí, fueron los duelos que sus tanques T-55 sostuvieron con los Olifant y AML-90 sudafricanos, al parecer, los sudafricanos no lograron pasar más allá de los campos minados que protegían la línea defensiva de una Brigada de Infantería angolana frente al poblado de Cuito Cuanavale y que dispuso de 3,400 minas anti-personal y 2,530 minas anti-tanque. Duelos que se sostuvieron casi al alcance máximo de los cañones de 100mm de los T-55 y por encima de las defensas de sus aliados angolanos, un tipo de combate poco usual para los tanques.
Durante enero-marzo de 1988, se libro en el sur de Angola esta épica batalla, que historiadores occidentales han llamado equivocadamente la última batalla de la Guerra Fría, siendo este galardón, si así se le puede llamar, correspondiente a la ofensiva que las guerrillas salvadoreñas lanzaron en noviembre de 1989 sobre las principales ciudades salvadoreñas. Dicha batalla implicó además, que sus helicópteros de transporte Mi-17 y de ataque Mi-25 ejecutaron más de 200 misiones en el área de Cuito Canavale.
con más de 370,000 soldados cubanos que sirvieron en Angola, no hay duda que dicha guerra es un capítulo que debemos estudiar más a fondo y sacar las lecciones necesarias. Es un libro que debe leerse sin tapujos.