martes, 26 de octubre de 2021

LA OFENSIVA FINAL: EL SALVADOR 10 DE ENERO DE 1981

 

Le pedí a mi amigo David Spencer que escribiera una reseña de mi último libro. Conociendo su sinceridad y acuciosidad, no dudo de su imparcialidad en los comentarios, he aquí su perspectiva de mi trabajo.

Herard von Santos está sacando unos libros bien importantes sobre la historia militar de los hechos más decisivos de la historia de El Salvador.  El primero fue Bombas Sobre Toncontín que publicó en 2019 para el 50 Aniversario de la Guerra con Honduras que ya revisé antes, y el segundo es LA OFENSIVA FINAL: EL SALVADOR, 10 DE ENERO DE 1981 que ha publicado para el 40 aniversario de estos importantes hechos. 

Había mucha información general o parcial sobre este importante evento que marcó un salto cualitativo en la guerra civil de 1979-1992.  Los hechos anteriores consistían de las movilizaciones, maniobras y posicionamientos anteriores de los protagonistas.  La mal llamada Ofensiva Final de 1981 es cuando comienza la guerra de verdad, cuando los jugadores pusieron por primera vez todas sus cartas sobre la mesa.  Si quieren saber los pormenores de todos o casi todos los combates que ocurrieron en ese lapso, este es el libro.  Cuenta con lujo de detalle cada combate hasta nombrando los jefes y subalternos de cada acción tanto del lado del gobierno como del lado de la guerrilla.  Hasta donde puede, también cuenta que modelo y calibre de armas jugaron roles claves en los combates. 

No solo cuenta los combates de la ofensiva, más o menos entre el 10 y 20 de enero, pero también cuenta las operaciones antecedentes.  Las ofensivas del gobierno antes de la ofensiva en Guazapa, Volcán de Salvador y otros lugares que intentaron y en algunos casos afectaron la actuación de la guerrilla durante la ofensiva.  Este contexto importante ayuda a entender porque prosperaron algunas acciones durante la ofensiva y otras no. 

Revela la importancia de las acciones de los blindados durante la ofensiva, no solo los AML-90 y UR-416 de la caballería, cuya actuación fue bastante limitada, aunque importante, sino también de los blindados fabricados en la maestranza, particularmente los M-114 modificados, los Mazinger y en algunos casos los Astroboy.  En varios casos, estos vehículos marcaron la diferencia entre la victoria o la derrota.  También cuenta el importante rol de la Fuerza Aérea antes de la ayuda norteamericana, con aviones de marca francés e israelí.  Aun con muchas deficiencias, particularmente de comunicación tierra-aire, los aviones Ouragan, Fouga Magister, Aravá artillados, C-47 artillados, y helicópteros Lama y Alouette, fueron también claves para derrotar varias de las incursiones de la guerrilla. 

Creo que una de las cosas más importantes que hace el libro es desmitificar mucho de lo que se ha contado de esta ofensiva, tanto de los hechos como de los protagonistas.  Primero, los números de combatientes.  Von Santos desglosa con lujo de detalles el verdadero estado de las Fuerzas Armadas (FAES) y los Cuerpos de Seguridad (CUSEP) antes de la ofensiva.  Muestra tanto las verdaderas deficiencias como las fortalezas de las FAES y CUSEP en vísperas de la ofensiva.  La turbulencia política dentro de las Fuerzas Armadas era efervescente, y había mucha penetración de algunos grupos subversivos, particularmente el ERP, pero se logró neutralizar la gran mayoría antes de la ofensiva. 

Esto neutralizó la mayoría de los esfuerzos para que se sublevara muchas unidades durante enero de 1981.  Revela que no todo fue turbulencia política, que hubo pensamiento estratégico, planeamiento de contingencias y estudios para corregir algunas deficiencias dentro de los pequeños recursos que tenía las FAES.  Todas estas cosas a nivel estratégico operativo incidieron en el desenlace de la ofensiva y Von Santos lo cuenta de una forma bien clara. 

Hace lo mismo para la guerrilla.  Cuenta las dinámicas de cada grupo, como se estaban organizando, sus planes para la ofensiva y de pronto lo más importante, como ellos se iban preparando y armando con ayuda de Cuba y Nicaragua.  Aquí por fin se rompe el mito creado por algunos sectores que las armas principales del FMLN eran los que capturaban a las FAES y CUSEP.  No cabe la menor duda que capturaron y reutilizaron algunas armas de las fuerzas de orden, pero el salto cualitativo de la guerrilla entre 1980 y 1981 se hizo posible solamente por la masiva ayuda de los países socialistas encabezados por Cuba y Nicaragua.  Esto hizo que el conflicto de El Salvador fuera parte de la Guerra Fría, y no solo un conflicto nacional.

Queda muy claro con este libro que la Ofensiva Final de enero de 1981, fue una derrota para la guerrilla, no solo en el campo militar, si no en el campo político y estratégico.  En mi opinión la guerrilla hizo un intento de dar un salto cualitativo de la guerra de guerrillas a la guerra de posiciones prematuramente sin pasar por la fase de guerra de movimientos.  No estaban preparados militarmente ni tampoco políticamente. 

Primero, la población no se sublevó, más bien ayudaron a las FAES y CUSEP.  Para el colmo, tampoco se sublevaron casi todas las unidades militares que habían sido penetrados.  Este componente clave, les fracasó.  Las FAES y CUSEP se mantuvieron unidos, ni tampoco se les cundió el pánico, ni se les bajó la moral de una manera importante, aunque como eran humanos, seguro que alguno que otro sufrió la tentación.  Las FAES ya había empezado a participar en la guerra, pero hasta la ofensiva de 1981, era intermitente su participación.  El peso de la contrainsurgencia lo llevaba las CUSEP.  Después de la ofensiva, las FAES toman el rol principal. 

Lo otro importante a señalar es que la Ofensiva Final revela la intromisión masiva de parte de Cuba, Nicaragua y el campo socialista.  Esto provoca la ayuda masiva de los EEUU.  El gobierno de Jimmy Carter había cortado la ayuda militar a El Salvador por los abusos de los derechos humanos.  Después de algunos hechos importantes, lo vuelve a establecer, pero solo ayuda no-letal: vehículos, aeronaves, elementos antimotines, etc.  La Ofensiva Final hace que los EEUU vuelvan a entregar ayuda letal: Armas, munición, entrenamiento de combate, etc. 

La guerrilla quiso lanzar una ofensiva que presentara a la nueva Administración Reagan con el fait accompli de una nueva revolución en Centroamérica, para que no tuviera pautas de intervenir.  Hicieron todo lo contrario, le unificaron criterios para que la decisión de apoyar al gobierno de El Salvador y las FAES fuera más fácil.  Si no hubieran lanzado la ofensiva final y hubieran desarrollado la insurgencia de una manera más natural y de bajo perfil, le hubiera sido difícil para el gobierno de Reagan justificar su intervención.  En vez de reanudar la ayuda letal en 1981, lo hubieran logrado justificar de pronto para 1983, cuando la guerrilla ya estuviera mucho más fuerte y más consolidado militar y territorialmente.  Además, la evidencia masiva de la intervención cubana-nicaragüense, fue lo que justificó la inversión masiva de los EEUU en los opositores del régimen Sandinista, la contrarrevolución o contras. 

La guerrilla, aunque no lo quieren admitir, sufrieron una derrota estratégica en esta ofensiva, sembrando las semillas de su incapacidad final de tomar el poder.  Claro que sus cuadros ganaron experiencia, pero ganaron la experiencia a través de un fracaso, no una victoria.  Es claro también que la contraofensiva del gobierno no logró destruir a las organizaciones subversivas, pero eso fue después, la ofensiva en si fue un fracaso.  Pueden hacer todas las excusas y explicaciones que quieran, pero la ofensiva fue un fracaso para la subversión y solamente el nombre con que la bautizaron, Ofensiva Final, no llegó a ser final, más bien el comienzo de la fase más intensa y sangrienta del conflicto.  

El libro de Von Santos deja claro todo esto y será una importante obra de referencia por muchos años venideros. 

https://www.amazon.com/-/es/Herard-Von-Santos/dp/9996123464/ref=sr_1_1?__mk_es_US=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&crid=21Q43WWQ6AV2U&dchild=1&keywords=la+ofensiva+final&qid=1635305187&qsid=143-5146524-4051624&s=books&sprefix=la+ofensiva+final%2Cstripbooks%2C681&sr=1-1&sres=9996123464%2C8418510145%2CB01MRSP114%2C8416000913%2CB018F27BZ6%2CB01FGKUVV6%2C8478384952%2CB007BNQDL4



viernes, 8 de octubre de 2021

CRÓNICAS DE GUERRA

Un libro que me gusto mucho leer, un vistazo a las entrañas de la psiquis del insurgente salvadoreño. El autor nos lleva por el diario vivir de un campamento rebelde sin ocultarnos mucho, los encontronazos entre los de hueso duro o marxistas convencidos y aquellos que estaban dispuestos a arriesgar sus vidas pero que no comulgaban con las doctrinas marxistas. Quizás aquí radica la importancia de esta obra, pues no sólo los marxistas se alzaron en armas contra el gobierno, sino muchos jóvenes, que incluso podríamos llamar anticomunistas.

Dividido en  108 relatos que abarcan 490 páginas, el lector se ve sumergido en las interioridades de aquellos que sirvieron, principalmente, en la radio Venceremos, ubicada en el norte de Morazán, cuyo campamento principal se encontraba en las cercanías del caserío La Guacamaya. Como parte de la red de campamentos que conformaban el Mando del ERP en la zona, las vivencias del autor nos aproximan al lado humano del Jefe principal del ERP, Joaquín Villalobos y sus jefes subalternos.

Las descripciones de los planes rebeldes, los combates sostenidos contra las tropas Élites de la FAES y las emboscadas sufridas por estas, están magistralmente reseñadas y son un gran aporte para los investigadores de nuestro conflicto. Me gustaron mucho sus relatos sobre las operaciones aerotransportadas realizadas por el ejército en su intento por acabar con el mando del ERP y la Radio Venceremos, en especial la dedicada a lo que la guerrilla llamó "El Arambalazo". Una operación de bombardeo aéreo sostenido con todo lo que tenía la FAS en aquel momento y que casi estuvo de cumplir con su objetivo.

Hay otros dos relatos, que a mi juicio son importantes, la batalla del Moscarrón y crónica de una guerrilla. La primera es el relato más completo que tenemos, hasta ahora, de la primera batalla de maniobra en que una fuerza rebelde destruye un Batallón Híbrido (agrupación de 3 compañías o más de diferentes cuarteles bajo un mando único) de la FAES a principios de 1982. una de las grandes batallas de nuestra guerra. La otra se refiere a la formación del ERP, sus orígenes, doctrina y mandos. Un acercamiento a una de las agrupaciones rebeldes más combativas de las que conformaron el FMLN.

Claro que hay enseñanzas para nuestros estudiosos y jóvenes en estas crónicas y quizás la más significativa es la misma explicación del autor en una frase que no pudo ser mejor escrita. La más lapidaria de las expresiones del autor para sus otrora compañeros y la causa que persiguieron hasta la muerte, o más bien, hasta la muerte de los compañeros es esta: "Vi en otros ojos la mirada del convencido, del que destruye las fronteras entre el amor y el odio y que marcha hacia la muerte inevitable, en pos de un ideal que resultó ser de pacotilla".

Indudablemente un libro que todos deberíamos leer y del cual extraer las enseñanzas pertinentes.