viernes, 30 de octubre de 2020

1914-1916 DEL MARNE A VERDUN

El autor Alistar Horne nos introduce a las terribles batallas que se libraron en las trincheras del Frente Occidental. A lo largo de las líneas de combate, desde el canal de la Mancha hasta la frontera Suiza, los hombres cavaron, cada vez en mayor profundidad y poco a poco se levantaron fortificaciones, cuyo signo más evidente fue la omnipresente trinchera, donde los miserables soldados de infantería debían vivir y morir.

Fue en éste contexto que los mandos de todos los ejércitos acudieron al fuego de los cañones para destruir las trincheras y las alambradas. Pero se precisaba grandes números de cañones para destruir las alambradas y trincheras enemigas. Este es el periodo en el que la artillería ganó su preeminencia, cuando el fuego se impuso a la maniobra, circunstancia que trascendió la guerra y creo en el cuerpo de oficiales de artillería su mal ganada fama y superioridad técnica sobre las otras ramas del ejército.

En las guerras de guerrillas que asolaron nuestra región, la artillería no jugó un papel prominente debido a su poco efecto sobre las columnas rebeldes, el escaso número de cañones disponibles y la falta de municiones modernas. La guerra en Vietnam demostró que, aún disponiendo de grandes números de cañones y de calibres pesados, las grandes concentraciones de artillería fueron incapaces de destruir a las elusivas guerrillas por una variedad de razones, que no es el caso discutir en esta entrada.

A nivel sociológico, la preeminencia de la especialidad de artillería sobre otras, ha sido una constante y muy negativa condición en nuestro ejército. Las razones son muy variadas y no son objeto de estos comentarios. Falta aún, estudios serios sobre el uso de la artillería en nuestros conflictos irregulares pero nuevos trabajos en ese sentido vienen en camino.


Lamentable circunstancia que se esparció a nuestro continente y que aún nos acompaña en el devenir de la historia de nuestras Fuerzas Armadas. En sus 128 páginas, el autor describe con sinceridad la miseria y el terror que las tropas de infantería padecieron en sus trincheras, a ambos lados del Frente. Un escritor francés Duhamel, que sirvió en la guerra como médico, escribió: "Se come y se bebe al lado de los muertos, se duerme en medio de los agonizantes, se ríe y canta en compañía de los cadáveres".

Tristes frases que reflejan la vida de los soldados en las trincheras.

martes, 13 de octubre de 2020

AÑOS HEROICOS DE LA AVIACIÓN

Los comienzos de la aviación y su uso en los campos de batalla en la Primera Guerra Mundial sentaron las bases para el desarrollo técnico, de estrategias y tácticas, doctrina y sistemas de entrenamiento en las fuerzas aéreas actuales. y este desarrollo se logró con endebles aeronaves construidas de lona y madera. Así como la guerra de Vietnam, sentó las bases para el empleo de la fuerza aérea en las luchas de contrainsurgencia. podemos afirmar que las enseñanzas de ambas guerras constituyen las bases doctrinarias de empleo de las fuerzas aéreas modernas.

Los momentos del desarrollo del poder aéreo, desde su uso como medio para el reconocimiento, transporte y comunicación hasta su empleo como aviación de combate: cazas, bombarderos y torpederos, con los cuales la aviación llegó a su desarrollo y fue en la Primera Guerra Mundial que se colocaron los cimientos de la comprensión del poder aéreo moderno.

En sus 128 páginas, el autor, Sir Robert Saundby, nos introduce a las primeras operaciones aéreas de reconocimiento, que fueron el preludio de la expansión, en el campo de las operaciones militares, para algo que se volvio a cada momento, más obvio, el uso de los aviones en tares de combate. Armados de manera artesanal, al principio, con revólveres y escopetas, bombas de lanzamiento manual, las tripulaciones aéreas se fueron volviendo cada vez más indispensables en las batallas terrestres y su inmenso poder en ciernes, algo que debía ser tomado en cuenta.

Los grandes ases de la aviación nacieron en este conflicto, y sin duda alguna, el más grande fue el Barón Rojo. En su triplano Fokker llenó de temor a sus oponentes y solo ver en el horizonte su llamativa aeronave pintada toda de roja, era suficiente razón para retirarse. La películas de la época nos permiten apreciar ahora, esos duelos aéreos, las dificultades que enfrentaron los pilotos y sus máquinas en el establecimiento de reglas claras y comprensibles sobre su mejor uso y aprovechamiento.

Interesante es leer en la obra, los estira y encoge entre un puñado de visionarios de la aviación de combate y los jefes militares, a quienes la tecnología desconcertaba y abrumaba. ese constante pleito entre los jóvenes oficiales y sus superiores entrados en años, ha sido una constante a lo largo de las guerras. Incluso en nuestro conflicto, los oficiales de menor graduación debieron asumir el mando de unidades para los que sus rangos no les capacitaban pero lo hicieron y aprendieron en el camino, enfrentando a veces, el temor de los superiores, la indecisión y el desconocimientos de las nuevas técnicas de lucha.

Qué lástima que nuestros pilotos de combate no escribieran sus experiencias e impresiones de nuestra larga lucha de 20 años de guerra, en los cuales no se ha producido ningún libro o memoria que intente explicar el desarrollo del poder aéreo en nuestra guerra.