lunes, 29 de junio de 2020

US MARINE IN VIETNAM 1965-73

Este libro es uno de una serie de la editorial Osprey que por sus dibujos, es uno de los más consultados por los historiadores. A diferencia de otros libros, esta serie se concentra en la descripción de los uniformes, armas y equipos utilizados por diferentes cuerpos militares, su valor, por ello, es aportar sobre estos temas con una rigurosidad académica. Este en particular, me ha sido muy útil para encontrar referencias sobre los uniformes, armas y equipos que utilizó el ejército salvadoreño en los años ochenta, durante la guerra civil salvadoreña.
Son 64 páginas llenas de fotografías del cuerpo de Marines estadounidenses en la guerra de Vietnam con la inclusión de coloridos dibujos que hacen de la obra, un material de obligada referencia para quienes estudiamos las guerras centroamericanas. El autor inicia con una cronología de los hechos que colocan en contexto la información y luego pasa a una descripción sobre el reclutamiento y entrenamiento de esta fuerza militar.


Podemos a partir de ahí, cruzar la información y encontrarnos con muchas similitudes en los ejércitos centroamericanos en cuanto al adiestramiento de fuerzas similares. Es una lástima que en nuestro país, los archivos militares se perdieran, ya que sin ellos es casi imposible describir el tipo de reclutas, zonas geográficas de procedencia, educación, condición laborar, etc. que nos permitieran reconstruir estos temas de nuestros soldados. Solo nos queda reconstruir estos hechos a partir de los testimonios y entrevistas de los veteranos sobrevivientes, al menos, mientras aun estén con vida.
La otra parte importante de esta obra, es la dedicada a describir con  propiedad la organización para el combate de los Marines, lo que nos permite entender los cambios en las doctrinas, entrenamiento y poder de fuego que se operaron entre la Segunda Guerra Mundial y la guerra de Vietnam. Esa información también es válida para nuestros ejércitos, pues casi todos en nuestra región, recibieron la influencia estadounidense desde la SGM.
Creo que nuestros investigadores e historiadores deberían hacer un esfuerzo por leer este tipo de obras, lo que les salvará de repetir errores y clichés muy comunes sobre nuestras fuerzas militares y sustituirlos por datos más reales, lo que sería un tremendo avance en la publicación de obras dedicadas a la historia militar centroamericana y salvadoreña especialmente.
los diagramas que acompañan la descripción de las diferentes armas de los Marines, nos ayuda a entender las problemáticas e imperativos de uso del poder de fuego a partir de la comprensión real de estas armas, muchas de las cuales, fueron proporcionadas a El Salvador en los años ochenta. Por eso, vuelvo a recalcar su importancia en nuestra historia militar.

lunes, 22 de junio de 2020

REVELACIONES HISTÓRICAS DEL CONFLICTO SALVADOREÑO

Con sus 248 páginas y sus 4 capítulos, este libro nos presenta una descripción cronológica de la guerra salvadoreña a partir de la publicación que hicieran los periódicos La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy desde 1971 hasta 1992, una considerable cantidad de información que el autor selecciona para sus lectores. Es una valiosa fuente de datos sobre los principales hechos que acaecieron en nuestro conflicto y como tal una valiosa fuente de consulta. El problema con la obra es que no hay notas o pie de páginas que señalen la autoría o fuente de lo que el autor describe, es decir, carece del aparato crítico para poder ser usada por los historiadores  más allá de una guía de investigación.
Es una lástima pues hubiese sido una herramienta muy importante para quienes nos interesamos en la guerra civil salvadoreña. El material fotográfico es excelente, la mayoría en color, lo que le da una vistosidad al material presentado. Muy importante para mí fue leer la serie de secuestros que abatió a nuestro país en los años setenta y que ahora, la mayoría ha olvidado. Esta es una parte de la historia que la izquierda prefiere olvidar, pues casi nunca la reivindican.
Es también, una época de guerra urbana poco estudiada y que un investigador puede encontrar muy semejante con las luchas insurgentes en Sudamérica, donde casi todos los movimientos rebeldes, fueron luchas de tipo urbano: secuestros, asesinatos y asaltos a bancos (con la excepción de Colombia y Perú). Precisamente esta etapa, rica en enseñanzas sobre la conformación y utilización de los cuerpos de inteligencia, gubernamentales o subversivos, para combatir una guerrilla de tipo urbano.
Servicios de inteligencia de los que desconocemos su historia por completo. La obra nos ayuda a contextualizar estas acciones y a ubicarlos en tiempo. Es sin embargo, información que debe ser tratada con cuidado al no disponer de la fuente de la noticia, mencionarla de forma general al final de la obra como parte de la bibliografía consultada no ayuda en mucho.


Otro problema con el libro es que presenta la información en una especie de ráfagas de datos de muy diversa índole, por lo que al leerlo, se siente una especie de carrera que dificulta el procesamiento de tantos datos. Pero si lo que uno quiere es darse cuenta de los hechos que salpicaron nuestra guerra, lees este libro es mejor que sentarse en la biblioteca nacional y tratar de leer centenares de páginas del EDH y LPG.
Como dato importante, la obra también incluye los avisos presentados a la Fiscalía General de la República sobre los crímenes cometidos por los antiguos jefes del FMLN para su debida investigación, lo que la hace muy valiosa para los abogados que se especializan en crímenes de guerra.
Por lo tanto, es una valiosa fuente de consulta (limitada) que nos permite echar un vistazo a esos años olvidados de nuestra guerra, cuando los secuestros, asesinatos y huelgas eran la norma y no la excepción. Ojalá que más salvadoreños se animen a escribir sobre nuestra guerra y despejen las nubes de la propaganda con que se han arropado muchas obras sobre la misma.

jueves, 18 de junio de 2020

THE BATTLE OF THE CASBAH, TERRORISM AND COUNTER-TERRORISM IN ALGERIA 1955-57

Esta obra es toda una revelación, escrita por uno de los oficiales del ejército francés que peleo en Argelia, es decir por uno de sus protagonistas, lo que le da su valor e importancia. La polémica del libro sobre todo, obedece a la descripción en detalle de la tortura como algo aceptado por el ejército francés para combatir a los rebeldes argelinos, siendo autorizada por los altos niveles del gobierno galo. Esto trae a cuenta los casos de tortura que se ejecutaron por la CIA en su lucha contra el terrorismo mundial en la actualidad y más importante para Latinoamérica, el que papel que jugó dicha doctrina en sudamérica al vincularse el ejército argentino con la escuela francesa de contrainsurgencia.
Son 186 páginas de una memoria palpitante que nos describe los recovecos de una lucha sin cuartel, en la que su principal campo de batalla fue el urbano, sobre todo en la capital de Argelia, la famosa batalla del Casba retratada tan fielmente en la tan aclamada película titulada "La batalla de Argelia" y que muchos hemos estudiado desde entonces.
Es interesante leer que casi todos los oficiales de inteligencia galos destacados en Argelia eran veteranos de la Segunda Guerra Mundial, ya sea como miembros de la resistencia o militando en el ejército de la Francia libre, quienes volverían a combatir juntos en la guerra de Indochina y curiosamente, casi todos paracaidistas. Es revelado por el autor, que los servicios secretos de Francia estuvieron envueltos en el sabotaje a los barcos que, a través del mediterráneo, transportaban armas para los insurgentes de Argelia.


El detalle sobre las operaciones urbanas ejecutadas por los servicios secretos galos son descritos ampliamente y el mismo autor aborda la cuestión de la tortura como algo necesario para impedir los ataques con bombas en la capital, argumento que es vuelto a retomar por los estadounidenses para justificar las torturas practicadas por la CIA en su guerra contra el terrorismo islámico. Aunque tengo mi propia opinión al respecto, esta vez me abstendré de darla, en verdad hay que leer el libro para entender la lógica del autor, aunque ella no se comparta.
Las técnicas de tortura aceptadas como de uso general, siempre que el sospechoso se niegue a dar información eran los choques eléctricos, la técnica del ahogamiento, las ejecuciones sumarias y las desapariciones. Realizadas por especialistas, estas técnicas ayudaron a los galos a ganar en la batalla del CASBA, y es ese logro alcanzado, el que justifica el uso de la tortura.
Un dato muy importante es la división de especialidades y finalidades entre los grupos especiales que luchaban contra los subversivos argelinos, sus unidades de investigaciones o de adquisición de información se dividían en aquellas cuyo fin era el combate contra la criminalidad común y aquellos que luchaban contra el terrorismo, una práctica que también utilizaron nuestros CUSEP, sobre todo la PN en su combate contra el FMLN. Es por tanto, una interesante lección histórica que nos atañe en nuestra lucha.
El uso del terror por los franceses para igualar la de sus enemigos en Argelia, proviene en gran medida de su amarga experiencia en Indochina, lo que condicionó a la mayoría de sus militares en un pensamiento: no volverían a perder otra guerra. Este aprendizaje, condensado en lo que se ha llamado la "La escuela francesa" fue enseñada en las aulas de Fort Benning y Fort Bragg en EUA en los años sesenta por los oficiales galos y también a las aulas argentinas. Arribó a Centroamérica en los años setenta y ochenta pero en El Salvador fue rechazada, la intervención directa de los EUA nos salvó de ello.
Sin embargo, muchos autores sudamericanos, argentinos sobre todo, han querido vincular el terror que sufrió argentina con nuestra guerra y participan activamente en foros y publicaciones asegurando esa conexión argentino-salvadoreña. Sin pruebas y con solo sus afirmaciones, han llenado el mundo académico de sus historias contribuyendo a la desinformación sobre nuestra guerra.
No hay duda que esta obra debe ser leída por nuestros investigadores y actuales autoridades pues el uso de la tortura no debe ser permitido que vuelva a nuestras instituciones, pagamos un precio muy grande para desterrarlo y debemos defender esos logros. Mis respetos para las agallas del autor de este libro.

domingo, 14 de junio de 2020

THE SALVADOR OPTION 1977-1992

Cuando estudias el conflicto salvadoreño, es muy difícil encontrar referencias bibliográficas que valgan la pena, pues la mayoría se encuentran llenas de los consabidos clichés que la izquierda propagó sobre el mismo, de vez en cuando, nos encontramos con algo que valga la pena. Una de esas excepciones es esta obra de 698 páginas, un estudio actualizado con las más diversas fuentes actualizadas y disponibles hasta ahora sobre una guerra que duró 20 largos años. Su autor, Russell Crandall nos introduce a un estudio apasionado y muy bien documentado sobre la participación estadounidense en nuestra guerra, abordando los factores políticos, diplomáticos, económicos y militares que enfrentaron tres administraciones estadounidenses, Carter, Reagan y Bush.
La obra esta más centrada en cómo abordó el gobierno estadounidense la guerra salvadoreña y por ello, comete varios errores al analizar la realidad salvadoreña de la guerra pero, no por ello, pierde su valioso aporte a nuestra historia. La primera parte de la obra nos lleva al análisis de nuestro conflicto desde la perspectiva de la Guerra Fría, un hecho que muchos académicos refutan y lo restan importancia como uno de los factores que potenciaron la guerra. 


Al respecto diré una cosa, hasta 1980, los enfrentamientos entre la guerrilla y las fuerzas gubernamentales evidenciaba las pocas armas modernas de que disponían los grupos subversivos, pero luego, en su fracasada Ofensiva Final del 10 de enero de 1981, los vemos mejor armados que el mismo ejército, esto solo fue posible gracias al inmenso apoyo militar de la URSS y el bloque del este, capaz de enviar 800 toneladas de armas para la revolución salvadoreña.
Aquí tenemos otro punto importante que el autor no pudo profundizar, aún ahora con una considerable cantidad de memorias de los jefes rebeldes publicadas, me refiero al informe estadounidense del apoyo del bloque des este a la famosa Ofensiva Final. Todavía el autor cuestiona la credibilidad de este informe y las críticas que recibió en el Congreso y la prensa norteamericana. Bastaría una leída a esas memorias de los jefes rebeldes para darnos cuenta que ese informe, no solo era muy preciso, sino que se quedó muy corto al enumerar a los países y el tipo de ayuda que proveyeron al FMLN.
Los datos sobre la ayuda militar y económica son abundantes, también, los problemas de liderazgo y corrupción en la FAES, lo que nos ayuda a entender mejor el desarrollo de la guerra, sus fracasos y éxitos. Así, el análisis a la campaña de pacificación, el primero que leo, esta muy documentado, colocando en su justo valor, las razones de su fracaso. La obra sin embargo, repite varios clichés sobre aspectos de la misma que la izquierda ha inmortalizado y que el autor no pudo evitar repetir. Citaré solo tres de ellos.
El primero tiene que ver con el Myr. Roberto D´aubuisson, a quién se le describe como un "favorito" del Gral. Medrano y una figura oscura detrás de ANSESAL, la oficina de inteligencia del Estado.     D´aubuisson en realidad, solo estuvo un par de años con Medrano en la Guardia Nacional, de 1967 a 1969, pues a principios de 1970, el Gral. Medrano fue removido de la GN. Como segundo jefe de ANSESAL, en los setenta, D'aubuisson pasó sus últimos dos años ahí, destacado en la ECEM, de 1977 a 1979, durante los cuales hizo sus estudios de Diplomado de Estado Mayor, los cuales duraban dos años y por ello, asistía algunas tardes a su oficina en ANSESAL. Luego del Golpe de Estado, no fue removido como despotrican sus críticos, sino que fue el encargado de realizar la transición de ANSESAL y sus archivos al EMGFA, solo ha finales de 1979, él decide retirarse de la FAES.
El otro error muy com+un, es atribuirle a la ayuda estadounidense la construcción de la base militar de la 4ta. Brigada de Infantería, cuyo sistema defensivo era lo ultimo de la tecnología del US Army basada en su experiencia de Vietnam, nada más alejado de la realidad. Las instalaciones de la 4ta. Brigada fueron concebidas a principios de los años setenta como respuesta a los aprendizajes de la guerra contra Honduras, que evidenciaban la necesidad de una unidad de esa magnitud en el Frente Norte, así, en 1972 comenzó su construcción con fondos propios. Las instalaciones albergarían a la 1ra. Brigada que mudaría su fuerza desde San Salvador.
Pensada para una guerra regular, sus instalaciones no estaban diseñadas para defenderse de un ataque interno, es decir, no existían campos minados como aseguran muchos autores y jefes guerrilleros, ni dispositivos de última generación como bengalas u detectores de sonidos, apenas se contaban con alambradas y malla ciclón y algunas torres elevadas. Cuando esta se termino de construir, a finales de 1980, la situación exige organizar otra Brigada de Infantería, así nació la 4ta. Brigada. La falsedad sobre esta unidad militar deviene de la necesidad que tuvo la guerrilla salvadoreña de explotar el que sus fuerzas hayan podido destruir, en gran parte, esta guarnición en su ataque de diciembre de 1983 y la propaganda exigía publicitar un ataque a una impenetrable base militar construida por los estadounidenses.
Por último, señalaré la cuestión del trillado dicho que la FAES era al principio de la guerra, un ejército que combatía de 8 am a 5 pm. Este invento nación con la llegada de los primeros asesores militares estadounidenses en febrero y marzo de 1981. Los primeros asesores fueron colocados en la base de Ilopango con la FAS, la base de la FAES en Sonsonate, la base de La Unión con la Marina Nacional y en los cuarteles generales del EMGFA. En estas unidades, a excepción de Sonsonate, los procesos de convivencia o administrativos eran los de tiempo de paz, es decir, los oficiales que no tenían servicio salían con licencia horaria a las 5pm y regresaban a las 6 am del siguiente día.
Como en estas guarniciones no se manejaban tropas de combate, solo las necesarias para su propia seguridad, fue evidente que los asesores creyeran que este modelo era en todas las guarniciones del país, algo totalmente alejado de la realidad. Esto sin embargo dio pié a que, en alguna declaración, alguno de los asesores dijera que eramos un ejército que combatía de 8am a 5pm.
Pero siendo honesto, estos errores no le quitan la relevancia a este estudio, es una obra que debería ser texto obligatorio de estudio en la ECEM (Escuela de Comando y Estado Mayor), la ESNACIN (Escuela Nacional de Inteligencia) y el CAEE (Colegio de Altos Estudios Estratégicos). Una lectura imperdible.