sábado, 2 de enero de 2021

LA DEFENSA DE MOSCÚ

La batalla que se libró a las puertas de la capital soviética, aquel invierno de 1941 tuvo hondas implicaciones estratégicas que sin duda determinaron los acontecimientos futuros de la Segunda Guerra Mundial. Sin duda, Adolfo Hitler subestimó la capacidad de recuperación y de resistencia del ejército Rojo pero otro tanto cundió entre los oficiales de alta graduación del Estado Mayor alemán. de sus minutas y memorias se deduce la poca importancia que se le atribuía al ejército Rojo, su casi derrota a manos de Finlandia durante la Guerra de Invierno, pareció darles la razón.

La defensa de Moscú siempre me recuerda la batalla librada por San Salvador en enero de 1981 y en noviembre de 1989, cuando las otrora guerrillas del FMLN intentaron una hazaña igual. Es interesante descubrir que la misma infravaloración del soldado salvadoreño, hicieron los jefes del FMLN, creyéndose su propia propaganda, la que les aseguraba que "ese ejército sin moral esta a punto de colapsar, solo es necesario un empuje final.

Con idéntico razonamiento las formaciones Panzer del Gral. Guderian, Hoth y Hoopenner se lanzaron sobre los flancos de las defensas rusas en torno a Moscú. Pese a un inicio fulgurante, los Panzers atascaron ante el lodo, la nieve y la no menos resistencia rusa. Fueron movilizados todos los recursos, la población y los trabajadores también acudieron al llamado de la patria amenazada y se sumaron, ya sea construyendo trincheras y fortificaciones o en las primeras líneas de combate.

Aunque San Salvador nunca fue sitiada por las hordas del FMLN y el gobierno nunca movilizó a la población en su defensa, si fue una lucha desesperada y solo el empleo de las fuerzas de Élite del gobierno decidieron el resultado de la batalla. Cuando las tropas Panzer llegaron a unos pocos kilómetros de Moscú, máximo del avance alemán, la situación semejó aquella cuando las guerrillas del FMLN se acercaron a la base de la FAS en Ilopango y de la 1ra. Brigada en el San Carlos.

El autor de la obra relata en seis capítulos de trepidante lectura la planificación de la operación Tifón, como los alemanes bautizaron su asalto a la capital moscovita. Haciendo uso de las memorias del Gral. Zhukov, el autor nos presenta un relato entrelazado de las dos versiones de esta titánica batalla que decidió los destinos de las naciones involucradas en la Segunda Guerra Mundial.

Las numerosas fotos de los trabajadores rusos, sobre todo de aquellas hermosas jóvenes que laboraban en las diversas fábricas, de alimentos o de armamento, simbolizan hasta ahora, el sacrificio de la mujer más allá de todo sufrimiento, como a su vez lo hicieran sus compañeras salvadoreñas cuando bajo la lluvia de b alas de la guerrilla, decidieron salir a trabajar.

En 160 páginas, Geoffrey Jukes nos cuenta una sangrienta batalla que no devemos de olvidar y sacar las lecciones pertinentes para nuestra historia.

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