jueves, 30 de abril de 2020

EL SALVADOR: REFORMA MILITAR Y RELACIONES CÍVICO-MILITARES

Una pequeña joya que me encontré hace un par de años en las ventas de libros usados en el centro capitalino. No me atraía mucho su lectura ni su autor pero en esta cuarentena me decidí por leerla. Aunque apenas tiene 69 páginas, es una tesis bien lograda y más importante, cuyos temores por el desarrollo de la FAES y la PNC después de la firma de los acuerdos de paz se ha vuelto tan real en estos tiempos que no podemos dejar de admirar la tesis académica del autor.
La primera afirmación importante del autor es que la transición salvadoreña hacia la democracia inicio el 15 de octubre de 1979 con el Golpe de Estado, un hecho dejado de lado por los académicos de izquierda y del cual no se ha profundizado para extraer las enseñanzas pertinentes. Otro punto importante, luego de los acuerdos de paz de enero de 1992 es la delimitación de la nueva doctrina de la FAES, uno de cuyos apartados fue dejado bien en claro por los firmantes: "El mantenimiento de la paz interna, de la tranquilidad, del orden y de la seguridad pública están fuera de la misión de la FA.


Si esto quedó claro en los acuerdos de paz, porqué sigue la FAES en tareas de seguridad pública y por que la Asamblea Legislativa se niega a verificar o impedir tal situación, o la Corte Suprema de Justicia a llamarla inconstitucional. Desde que en 1992, el gobierno de Cristiani llamó a la FAES a cumplir misiones de seguridad  Pública, a la continuación de estas medidas por Calderón Sol y el incrementó mayor de ese papel de la FAES en los gobiernos de Mauricio Funes y Sánchez Cerén, hemos asistido a un continuo e irreparable papel de la FAES en los temas de Seguridad Pública.
Entonces, por qué nos quejamos del lógico fin de estas medidas en el tiempo si ya desde 1999, el autor de esta obra nos advertía de tal situación. La enseñanza de una nueva doctrina en la FAES también debía desarrollar un estudio y entendimiento al interior de la misma de que todo personal militar debe rehusarse llevar a cabo o cumplir una orden que pueda resultar en un crimen o en una violación de los derechos humanos.
Una enseñanza que tal vez quedó en el vació a la luz de las numerosas acusaciones contra la FAES y la PNC de tolerar a su interior grupos de sicarios en los últimos años y mas alarmante, el uso de grupos de inteligencia para ejecutar estos actos. El autor de la obra señalaba en aquel momento, pero que estimamos muy acertada de nuestra realidad en estos días: "El actual sistema judicial salvadoreño no esta en capacidad de juzgar con objetividad y llevar a cabo tales sanciones". 
Ni los organismos como la Inspectoria de la FA o el CODEM han sabido llevar a cabo esta tarea, no mucho menos supervisarla, en el caso de la primera. A ambas instituciones se les auguraba un futuro promisorio e importante en el papel de garantizar que la FAES entendiera sus nuevas atribuciones, su sujeción a las leyes del país, sobre todo a nuestra constitución, han sido 28 años desperdiciados que en hoy debemos estudiar y ver en qué nos equivocamos, tal vez aún no es tarde para nosotros.
No hay duda que esta pequeña obra es de inigualable valor a la luz de los hechos que a diario vemos con nuestra FAES y la PNC, por ello es imprescindible leerla y sacar nuestras propias conclusiones.

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