martes, 13 de febrero de 2018

LA PACIENTE IMPACIENCIA


Hace tiempo quería leer éste libro de una de las figuras más polémicas de la revolución sandinista y como tantos otros escritos por revolucionarios marxistas en Latinoamérica no me defraudó. Estos autores están acostumbrados a confundir sus ideas con los sueños de los pueblos y se han auto nombrados vanguardias de sus luchas y desafíos, más aún, el autor nos recuerda que son las universidades y sus profesores los primeros convencidos del marxismo y sus principales propagandistas entre nuestros jóvenes, cómo refutarle tal afirmación a raíz de nuestra propia experiencia con la Universidad de El Salvador; el mismo autor nos afirma que ya a principios de los años 50s, en El Salvador existía un conocimiento compartido sobre el marxismo.
La URSS también es de vieja data su interés por los "desposeídos del Tercer Mundo" para lo cual, eventos como el VI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes se organizaban en Moscú, la capital del comunismo para adoctrinar a los nuevos marxistas del mundo, Carlos Fonseca, uno de los fundadores del FSLN acudió al mismo en 1957. A su regreso a Nicaragua, se dió a la tarea de compartir con sus "hermanos de lucha" el tremendo avance del nivel de vida de los trabajadores soviéticos, no sé si consientemente Fonseca creía en estos avances o como tantos engañados sucumbió a la propaganda soviética de aquellos años.


El libro nos narra pormenorizadamente los comienzos de la lucha revolucionaria compartida por el autor en una especie de autobiografía, desde sus humildes comienzos en El Chaparral, Honduras, en 1959 hasta las intensas jornadas del levantamiento de 1978. Cuba jugó un papel clave, como lo desvela el autor, en el adiestramiento y apertrechamiento de los revolucionarios nicaragüenses a lo largo de 39 años de lucha. Pacientemente, los hermanos castro esperaron los frutos de su inversión y en los años 80s se la cobraron con creces. Sin embargo, éste triunfo apenas duró 10 años, luego el pueblo nicaragüense repudio a los marxistas y sus desmanes.
Es interesante notar en el libro, que su autor se esfuerza por colocar a la iglesia católica como un pilar fundamental en su lucha contra la dictadura de los Somoza y las promesas que hicieron a sus prelados a cambio de su colaboración, que triste ha de haber sido para los sacerdotes católicos ser objeto de persecución, burla, despojos y destierro, cuando los sandinistas llegaron al poder y consideraron a la iglesia católica uno de sus enemigos. Y es que en ésta lucha, el nuevo Ministerio del Interior con Tomás Borge a la cabeza (autor de la obra) y su temible Seguridad del Estado fueron los principales instrumentos para llevar a cabo estos ataques.
Para mí hay otros hechos narrados en la obra, que merecen la atención de nuestros historiadores por ser un área que falta por explorar y documentar, me refiero a la participación de algunos revolucionarios nicas del FSLN en la OLP de Yaser Arafat, que explica la presencia de éste y su ayuda  a los sandinistas cuando estos obtuvieron el poder en Julio de 1979 y la visita de Tomás Borge a Corea del Norte donde se entrevistaron con el dictador norcoreano de la época y padre del actual gobernante en aquel lejano país y que estoy casi seguro, es quien proporcionó los contactos para el viaje de Schafick Handal, del FMLN al mismo país para conseguir los misiles SA-7 (copia norcoreana de los rusos) para su fallida ofensiva de Noviembre de 1989.
Un plus del libro es la descripción de la lucha urbana en las principales ciudades nicaraguenses y sus repetidos enfrentamientos con los BECAT de Somoza. Creo que es uno de los pocos libros sobre la revolución sandinista que toca ampliamente éste rubro y que hay que examinar a raíz de nuestras actuales luchas urbanas contra los grupos armados ilegales que realizan nuestros cuerpos policiales y el otro sería la descripción más completa que he leido sobre el combate que causó la muerte al fundador del FSLN, Carlos Fonseca aquel 8 de Noviembre de 1976.
A sí que no hay duda que es un libro que debemos leer y aprender las claves del pensamiento marxista de nuestros revolucionarios para entender una de las facetas más controvertidas y decisivas de nuestras guerras en el continente americano, son 449 páginas que debemos estudiar detenidamente.

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