domingo, 18 de febrero de 2018

CONVERSACIONES CON EL COMANDANTE MIGUEL CASTELLANOS


A 29 años de su ejecución por comandos urbanos del FMLN, la historia de la deserción y colaboración contra sus otroras compañeros, Miguel Castellanos (cuyo nombre verdadero era Napoleón Romero García) nos ha dejado el legado de su pensamiento y accionar en las filas del FMLN, en uno de los periodos más emblemáticos de nuestro conflicto interno. En una desusada entrevista con el periodista Javier Rojas, Castellanos nos habla de la preparación de la ofensiva final de enero de 1981, el papel de los cubanos, nicaragüenses, vietnamitas y otros, en el apoyo militar al Frente y el peso de éste en las decisiones de la cúpula subversiva del país.
La entrevista publicada por la editorial ANDANTE en 1986 es considerada ahora, el testamento de un rebelde que tuvo el valor de aceptar sus equivocaciones y errores al desencantarse con la verdadera realidad opresiva de sus camaradas de lucha, solamente por ello, debería ser objeto de estudio y reflexión en nuestros estudiosos de la guerra. Sus 190 páginas divididas en 17 capítulos nos entregan una de las más exhaustivas valoraciones sobre el FMLN de los primeros años de la guerra.


Desde su ingreso a la guerrilla en 1974, Castellanos se avoca a construir las condiciones subjetivas que posibilitaran el ascenso de los grupos subversivos y el derrocamiento del gobierno militar de turno, importante es rescatar su valoración sobre la utilidad de los grupos de fachada del FMLN "en el movimiento popular de liberación, y en todos los movimientos de liberación existen los frentes de masas tomando como bases las inquietudes reinvindicativas de las masas", una vieja práctica que aún hoy día, siguen utilizando para obtener el poder total del país.
El otro aspecto importante del libro, es el papel que jugó Castellanos en la Ofensiva Final al ser nombrado responsable político-militar del Departamento de San Vicente, parte de lo que llegaría a conocerse como Frente Paracentral Anastacio Aquino, uno de los cuatro frentes en que el FMLN dividió geográficamente el país. Desde su nuevo puesto, estuvo a cargo de la coordinación y dirección del ataque militar contra el CIIFA (Centro de Instrucción de Ingenieros de la Fuerza Armada) con sede en la ciudad de Zacatecoluca, el 10 de enero de 1981. Importante por que es el primer resumen detallado de los combates en ésta zona y olvidado por nuestros historiadores.
Pese a haber estado cerca de derrotar  alas tropas gubernamentales allí, la falta de poder de fuego, el entrenamiento adecuado y los errores del mando, les impidieron obtener la victoria, amén de la furiosa resistencia presentada por los ingenieros de combate del ejército que se defendieron con todo lo que tenían.
La otra afirmación de importancia en la obra, es la explicación del fracaso estratégico del FMLN hacia 1984 al haberle dado prioridad al desarrollo puramente militar de la organización en detrimento de los grupos de masas, que eran los únicos que pudieron haberles dado una oxigenación constante a sus cuadros militares  y permitirles remontar la superioridad numérica del ejército. En ese contexto, es interesante examinar las diferencias de concepción en la lucha mantenidas por dos dirigentes rebeldes de los dos grupos más grandes y desarrollados del FMLN, Joaquín Villalobos y el ERP contra Cayetano Carpio de las FPL.
El primero se decantaba por una lucha insurreccional de corta duración, donde las derrotas militares acumuladas constituirían el empuje que las masas necesitaban para derrocar al gobierno y la tesis del segundo, que defendía una lucha popular prolongada al estilo vietnamita. Aunque Villalobos logró imponer su criterio a Marcial con ayuda de los otros jefes rebeldes, su tesis fue derrotada cada vez que se intentaba en el campo de batalla y aún, al final de la guerra, Villalobos no desistió de su tesis pese a que era evidente su fracaso. 
En definitiva, un excelente libro para estudiar.

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