sábado, 13 de febrero de 2021

LOS CAPOS, LAS NARCO-RUTAS DE MÉXICO

Aparecido a finales de 2006, el libro sacó a la luz una verdad a gritos que desde hacia mucho tiempo, se sospechaba de los carteles de la droga en México, el patrocinio de altos funcionarios del gobierno, tanto a nivel Federal, Estatal como municipal y que las principales instituciones encargadas de su combate, están cooptadas por el narcotráfico, incluyendo en ellas a la Policía en todos los niveles, y el mismo ejército.

La obra es el reflejo de la triste corrupción que anida en la sociedad mexicana y sus instituciones, corrupción que ya es vista como algo normal y que ha sido patrocinada e impulsada desde el mismo gobierno. Las 274 páginas y sus cinco capítulos, nos llevan por un viaje que nos describe cómo los señores del narcotráfico actual surgieron de aquellas empresas criminales, de tipo regional y caudillistas para empoderarse y construir los actuales carteles internacionales, en guerra entre sí mismos por el dominio de las narco-rutas y contra el gobierno.

El proceso de militarizar la lucha contra los carteles de la drogas inicio en el sexenio del Presidente Ernesto Zedillo, cuando muchos oficiales fueron llevados a la PGR (Procuraduría General de la República) para encabezar la lucha desde esta institución. Pero el peso demoledor del dinero del narco corrompió a la mayoría y se colocaron al servicio de los señores de la droga. Desde entonces, la incursión de la milicia en su lucha contra las drogas, se ha visto llena de escándalos, cuando de vez en vez, salen a la luz los militares pagados por la droga.

Ahora que están de modas las series televisivas del narcotráfico, vemos, con tristeza, que están no son más que un débil espejo de la realidad que consume a sociedades como la mexicana, presa de su propio sistema de gobernanza, atrapada entre sus propias incoherencias y sumida en sus propios desatinos, se desliza paso a paso hacia una caótica situación que la puede convertir en un Estado fallido.

15 años después del lanzamiento de este libro, México sigue deslizándose por una ruta que le leva directo a ser un Estado fallido. Ya descrito por su autor, ahora vemos que la capacidad de adaptación de las células de trabajo o dirección de los carteles, dio origen, con el paso del tiempo, a nuevas y más poderosas estructuras, ahora internacionales capaces de amenazar al propio Estado.

Centroamérica no esta exenta de esta influencia, pues los carteles han establecido rutas aéreas, marítimas y terrestres que circulan por toda Centroamérica desde Colombia hasta México, pero es en el Triangulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) donde apareció otro actor, territorialmente más fuerte, cuya alianza con los carteles de la droga ha puesto en jaque a los gobiernos de estos débiles países, las pandillas o maras.

Guatemala, a la que se considera casi un Estado Fallido, se le suma el narco-gobierno de Honduras, mientras que en El Salvador, el crimen organizado se aúna con la corrupción entre los personeros del gobierno para corromper instituciones como la PNC y la FAES y facilitar de esta manera el control del gobierno.

Muy revelador fue para mí, descubrir que unidades militares completas estuvieron al servicio del narcotráfico en México, como fue el triste caso del 21 Regimiento de Caballería Motorizada, en Nuevo Laredo. El entrenamiento en tácticas y armamento pesado en los cuarteles del ejército no es algo extraño ya, en nuestro medio, hay causas que se siguen investigando sobre este particular en un cuartel del occidente del país.

La obra contiene una descripción detallada del ascenso al poder de los señores de la droga mexicanos, desde sus humildes inicios en la década de los años setenta hasta principios del siglo XXI. Muy importante para conocer a estos señores o barones de la droga, sus acciones y pensamiento criminal. Un libro que sin duda debemos leer detenidamente y sacar nuestras conclusiones antes que sea muy tarde.

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