martes, 23 de febrero de 2021

LA BATALLA DE CABINDA

Un libro interesante sobre una batalla poco conocida en la larga guerra librada en Angola con la participación de las fuerzas militares cubanas. Poca literatura sobre esa guerra ha llegado a nuestras fronteras pese a que ahora tenemos relaciones diplomáticas con Cuba. El libro dividido en cinco capítulos y221 páginas nos lleva al nor-oeste de Angola, a la región o enclave de Cabinda, rodeada casi en su totalidad por el Congo y el anterior Zaire. Una región rica en petróleo y por tanto de vital importancia económica para el  nuevo estado marxista angoleño.

En razón de esa importancia, los cubanos deciden llevar a esa zona un importante contingente de tropas, cuya misión principal es la organización de un centro de entrenamiento y la defensa de la zona. Bajo la bandera del internacionalismo marxista-leninista, los 231 soldados cubanos, aprovisionados con baterías de morteros de 82 y 120mm, FSR de 75mm y obuses de 122mm arriban a principios de septiembre de 1975 a Cabinda. El 8 de noviembre comienzan las acciones entre las tropas cubanas, 2 batallones de soldados angolanos contra unas 1,500 tropas de Zaire, guerrillas del FLEC y mercenarios blancos.

El libro es muy importante porque nos permite comparar las formas en que dos fuerzas militares intervienen en una guerra en otro país. Me refiero al envió de las cubanos a Angola y de los asesores estadounidenses a El Salvador. No hay duda que las misiones de intervención internacionalistas cubanas en Argelia, Siria, El Congo y tantos otros países, les ha permitido construir una rica experiencia militar y usar sus enseñanzas en sus nuevas misiones. Por su parte los Estadounidenses salían de su traumática intervención en Vietnam y decidieron dejar de lado sus enseñanzas.

Esto es evidente cuando uno compara la preparación de ambas fuerzas para su participación en Angola y El Salvador. Mientras los cubanos montaron un centro de preparación para sus tropas destacadas en Angola, donde recibían una preparación de dos semanas, poco tiempo pero mejor que la nula preparación de los militares estadounidenses, quienes no recibían ninguna.

Otro interesante dato es que la mayoría de oficiales y técnicos o especialistas cubanos eran seleccionados de las unidades de reserva mientras que la mayoría de norteamericanos provenían de sus selectos Boinas Verdes con una preparación y experiencia más completa que sus homólogos cubanos. La lucha por Cabinda fue una mezcla del combate regular y de guerrilla; en el que cubanos y el nuevo ejército nacional de Angola (FAPLA) tenían experiencia.

Otro hecho importante que resalta en esta lucha es que tanto los soldados nacionales angolanos como sus similares salvadoreños fueron capaces de asimilar el entrenamiento en condiciones precarias, de mucho riesgo y salir avante pese a todo ello. El uso de nuevas tácticas y armas, debido a la situación extrema en que combatieron cubanos y angolanos, hizo que se utilizaran armas, como los cañones antiaéreos de 14.5mm rusas, llamados cuatro bocas por los cubanos (en razón de sus cuatro cañones) en los combates terrestres. Siendo todo un acierto por su tremendo poder de fuego.

El empleo de pequeñas unidades de infantería a nivel Pelotón y Compañía en los diferentes combates sostenidos son un rico compendio de enseñanzas para aquellos que estudiamos el arte de la guerra. Después de tres días de duros e intensos combates, la batalla de Cabinda se saldó con la victoria de las tropas cubanas y angolanas con tan solo 5 angolanos heridos y 13 muertos y 2 cubanos heridos, según las cifras oficiales dadas por los cubanos.

Dejando de lado el rimbombante lenguaje de los marxistas cubanos y haciendo a un lado su idolatría por Fidel Castro, el libro vale la pena leerlo.

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