martes, 30 de enero de 2018

EL CHIVO EXPIATORIO... VIVE! GUILLERMO A. ROEDER


Ésta es una obra que trata sobre uno de los casos jurídicos más emblemáticos que acontecieron en nuestro país durante la época del conflicto armado, aunque no es mi interés hacer una valoración jurídica sobre el mismo, he decidido comentarlo por ser el autor y protagonista de la obra un militar salvadoreño que hasta 1982 era considerado un magnífico militar, su historial así lo atestigua, por ello me concentrare en las parte de la obra que abordan su paso por el ejército y su descripción gráfica y vívida de su estancia en el penal de La Esperanza, conocido como Mariona. Un mundo surrealista que dudo mucho, haya cambiado en algo en estos largos años.
El libro esta articulado en 21 capítulos y 224 páginas. En ellas el autor nos lleva desde el momento de su arresto hasta el momento de su liberación de la cárcel. En el ínterin del libro, aborda algunos pasajes de su vida militar que me parece vale la pena mencionar. Sus pasajes históricos nos remontan al momento en que era tradición en la Escuela Militar salvadoreña el nombramiento del Sargento de la compañía de caballeros cadetes, éste de entre los cadetes de IV Año, y al mismo tiempo el juramento a la bandera por los nuevos reclutas de I Año. Ese día era el 7 de Mayo y en 1961 correspondió ese honor al cadete Guillermo Antonio Roeder.


Fue una tradición que el conflicto interno salvadoreño cambio. Aunque se mantuvo la jura a la bandera el 7 de Mayo, ya no había nombramiento de sargento, pues IV Año de la EM dejo de existir y ya que la estancia de las promociones de cadetes se acorto a tan solo 6 meses, fue innecesario tal nombramiento. La tradición volvería hasta 1988, cuando la LIX promoción pasó a IV Año y se volvió a elegir de entre sus filas al nuevo sargento, esta vez del batallón de caballeros cadetes.
Otro dato importante que nos da el autor es que durante su graduación como nuevo subteniente, en diciembre de 1961, junto a los 13 egresados de la Escuela Militar, se gradúan los primeros 10 subtenientes procedentes de las filas del ejército, siendo éste el primer caso en que sargentos del ejército son ascendidos a tal grado. Éste procedimiento fue muy selectivo y hasta 1979, solo 4 promociones de fila fueron aceptados para ascender al grado de subtenientes.
En los años 80s, la falta de líderes de pequeñas unidades haría que tal proceso se diera más continuamente hasta deformarse de alguna manera y ser suspendido casi al final de la guerra, reemplazándose por la profesionalización de los clases. Es cuando nacen los grados de sargento primero, sargento Mayor y sargento mayor de brigada.
Otro momento histórico es cuando en 1962, el Stte. Roeder participa en las maniobras Fraternidad que en el marco del CONDECA se realizaron en el aeropuerto de Toncontín, Tegucigalpa, abarcando el imponente cerro El Molino, desde donde, siete años después, las ametralladoras hondureñas tratarían infructuosamente detener el ataque de la aviación salvadoreña a Toncontín, al inicio de la guerra con aquel país, aquel julio de 1969. Casi de película.
Para terminar, su vívida descripción del mundo subterráneo que constituye el microcosmos de una cárcel, su forma de comunicación en un lenguaje en claves que hoy día es retomado por las pandillas. Las claves de la sobrevivencia en ese mundo de sombras, con sus propias claves y reglas, cuya desobediencia era pagada con la muerte. Una tremenda lectura.

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