RIP AL HÉROE DE CABAÑAS
Por Herard von Santos
Mejicanos,
Septiembre de 2023
Un
trueno desgarró el cielo cuando aquella fría mañana despuntaba un nuevo día,
ese 6 de enero de 2023. Un corazón, sin embargo, luchaba por seguir latiendo.
Para quienes le conocimos y les estimábamos, la muerte del Cnel. Sigifredo
Ochoa Pérez nos sorprendió y dejó estupefactos. Pese a su avanzada edad, aún
tenía los brillos que siempre le caracterizaron. Fue un soldado que siempre
predico con el ejemplo y aceptó el riesgo de la muerte en toda batalla en las
que participó. Y es que éste valiente soldado combatió en dos guerras.
Era
un joven Teniente cuando aquel julio de 1969, como comandante de Escuadrón, en
el Grupo Mixto de Caballería, fue llamado al Estado Mayor. Ahí, junto al
comandante del otro Escuadrón de Caballería, recibieron la orden de reconocer
las posiciones hondureñas a lo largo de la frontera norte. El Teniente Ochoa
Pérez reconocería el sector norte entre el Departamento de La Unión y el de Cabañas.
Su
misión era establecer posibles áreas de vadeo para cruzar la frontera por las
unidades de Infantería que encabezarían el asalto a las posiciones hondureñas,
y los sectores de empleo para las unidades de caballería (a caballo) que
apoyarían estos asaltos. Especialmente debían identificar las áreas que
permitiesen el empleo de los tanques ligeros Stuart M3 y otros vehículos
blindados que serían utilizados en éste asalto inicial.
Cuando
el 14 de julio de ese año, el día estaba por dar paso al atardecer, las
aeronaves de la Fuerza Aérea salvadoreña dejaron caer su mortífera carga sobre
las posiciones de las tropas hondureñas cercanas a la frontera. A las 5 am del
día 15, las tropas de caballería, junto a una unidad de policías de Hacienda
atacaron el lado hondureño del puente internacional del Amatillo.
Las
tropas del Teniente Ochoa se lanzaron al asalto apoyados por el fuego de los
morteros y los cañones de 37mm de sus tanques Stuart. Gracias al ataque
sorpresivo y el fuego de apoyo, el referido oficial y sus tropas lograron barrer
con la resistencia catracha y conquistar el estratégico puente. Cuando la
guerra terminó, el Teniente Ochoa Pérez continuo con su carrera militar sin
saber que el destino lo volvería a requerir.
Luego
de la fracasada Ofensiva Final que las guerrillas marxistas lanzaron para tomar
el poder en el país, aquel 10 de enero de 1981, el entonces Tcnel. Ochoa Pérez
se encontraba fuera del país. Al regresar le fue entregado el mando de uno de
los departamentos más golpeados por las guerrillas del FMLN. Su misión era la
de limpiar el Departamento de Cabañas.
El
Destacamento Militar N° 2, la unidad a cargo de su defensa apenas alineaba dos
compañías de infantería (160 hombres cada una) y otra en proceso de formación.
Con estas reducidas fuerzas, que logró aumentar hasta las 5 compañías de
infantería, logró, en poco tiempo, poner en jaque a las guerrillas en su
Departamento. Con una visión estratégica, desarrolló y apoyo el establecimiento
de unas Defensas Civiles que le arrebataron la iniciativa a las guerrillas.
Llegó
de esta manera a destacar como líder militar en el campo de batalla y lo más
importante y que muchos olvidan, se ganó el cariño de la población de Cabañas,
especialmente la de Sensuntepeque, su cabecera. Fue tanto el apoyo que el
pueblo le profesaba, que en un acto espontaneo, le aclamaron como Héroe de
Cabañas. Acto que el Coronel Ochoa siempre llevaría en su corazón.
Durante muchas horas, en la sala de su casa compartimos esos recuerdos, con la visión de dejar un legado a nuestros jóvenes y ahondar en el éxito de su campaña por liberar Cabañas de las guerrillas. Siempre le recordaré como un superior reflexivo, buen compañero de armas, que me dispensó esas horas de entrevistas, que hoy atesoro en mis recuerdos. No he olvidado mi compromiso con su memoria, éste viejo soldado cumplirá con ella.
Ha
sido uno de los pocos, sino el único embajador salvadoreño en Honduras, al que
los propios catrachos respetaban y al cual, como profesionales de las armas,
acudían en busca de concejos. La izquierda y grupos afines, han querido enlodar
su nombre, acusándole de crímenes de guerra que no pudieron probar. Ahora, el
país ha perdido a uno de sus insignes soldados, qué vació deja en nuestros
corazones su partida.
Como
soldados seguiremos su ejemplo y con el devenir de los tiempos, sé que nos
volveremos a encontrar, entonces podré contarle que publiqué sus memorias,
hasta entonces un fuerte abrazo y un hasta pronto, la patria le agradece su
sacrificio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario