En la resiente 4ta. Feria Nacional del libro, en San Salvador, me encontré con un libro, por demás decir, interesante sobre el conflicto salvadoreño y los internacionalistas revolucionarios que vinieron a pelear con la guerrilla marxista del FMLN. Poco conocido este capítulo, la presente obra trata sobre un médico marroquí que se unió a las flas del PRTC y que durante 1984 y 1987, colaboró con este grupo en las áreas de San Vicente, Norte de San Miguel y Guazapa.
Aunque sin archivos que poder consultar, la autora deja entrever la personalidad del marroquí, claro sin apartarse del guion de la izquierda tradicional y su leyenda del revolucionario capaz de sacrificar todo por el bienestar del pueblo, algo que nunca lograron alcanzar, ni en la URSS, Cuba, China o Corea del Norte, por el contrario, sus predicas dejaron una estela de muerte y destrucción a lo largo del siglo XX, y El Salvador no sería la excepción.
Sus primeros pasos como revolucionario en el Medio Oriente, los dio Lissan (el médico marroquí) en 1982 con los terroristas de las FPLP (Frente Popular de Liberación de Palestina), el grupo más marxista de los que integraban la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) de Yasser Arafat. Ahí recibió adoctrinamiento, tácticas de guerra urbana y el uso de armas y explosivos. Después de una corta estadía con los palestinos regresa a Marruecos convencido de participar en los movimientos insurgentes de de América Latina, específicamente en los de Centroamérica, Nicaragua o El Salvador.
Su paso por El Salvador nos permite adentrarnos en la estructura subversiva del PRTC, uno de los grupos más pequeños de los que conformaban el FMLN, en el Norte de San Vicente, Norte de San Miguel y cerro de Guazapa. Aunque la autora no menciona las operaciones militares en las que participo Lissan, nos da una idea de como se organizaban los campamentos del PRTC en estas zonas, sus estructuras médicas, talleres de explosivos y escuelas guerrilleras.
Podemos apreciar como este grupo, y todos los demás, utilizaban a los menores de edad como parte de las estructuras paramilitares, ya sea como correos, postas (vigilantes) o miembros de las Fuerzas Especiales, los que al caer abatidos en las operaciones del ejército eran convenientemente presentados como población civil masacrada por el gobierno.
Quizás, el aspecto más interesante del el cerro dela dedicada a la estadio de Lissan en el cerro de Guazapa durante la operación Fénix del ejército en 1986. Esta narración nos permite dar luz sobre una de las operaciones más controvertidas del ejército, sobre todo por que se le ha querido confundir con luna similar ejecutada por los estadounidense durante su lucha en Vietnam, lo cual es totalmente falso. Además, algunos líderes de la guerrilla insisten en que las tropas del gobierno utilizaban bombas de Napalm y fosforo blanco en los bombardeos de la FAS sobre los campamentos rebeldes.
Ya hemos mencionado en otras entradas que salvo tres o cuatro excepciones, la FAS se abstuvo de utilizar sus bombas de Napalm y las de fosforo blanco no existían en sus inventarios, solo aquellos cohetes para marcar zonas de fuego. Los hechos deformados se siguen repitiendo sin ninguna base probatoria más que el odio sobre las tropas del gobierno y sus aliados estadounidenses. Un interesante libro sobre un revolucionario africano (no el único, pues hay indicios de combatientes argelinos en la RN) en las filas del FMLN. N o se pierdan esta lectura.
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