jueves, 22 de agosto de 2019

LA GUERRA DEL YOM KIPPUR

La colección de libros de la editorial San Martín fue pionera en el mundo de habla hispana al tratar temas como las guerras árabes-israelíes, en un formato sobrio pero bien logrado, logró interesarnos por este conflicto, siendo el presente libro un clásico sobre dicho tema en Latinoamérica, aunque ahora, a raíz de tanta literatura al respecto, se les vea como estudios superficiales de dichos conflictos, son sin embargo, la primera aproximación, en lengua española a éste fascinante tema. El autor de la obra, el Cnel. Barker es todo un veterano del ejército inglés especializado en el tema de las fuerzas blindadas, es una autoridad en el tema.
El libro, con sus 160 páginas, apenas da para un relato general de los combates librados por judíos y árabes en la Península del Sinaí y los Altos del Golan, pero no por ello, fascinante y bien estructurada pues sus 10 capítulos engloban los aspectos generales del tan esperado ataque árabe y sin embargo, pilló desprevenidos a los Israelíes. No se puede evitar hacer una analogía con el caso salvadoreño, cuando sus fuerzas armadas invadieron Honduras en julio de 1969, logrando sorprender al Alto Mando militar hondureño, como lo hicieran los árabes 4 años después. Por ello, su estudio es imperioso, sobre todo las lecciones aprendidas de tal choque.
La guerra del Yom Kippur ha sido el único momento en que la estrategia israelí de la guerra preventiva fue usada en su contra por un país árabe, en este caso, Egipto y Siria. La meticulosa preparación del asalto egipcio para cruzar el canal de Suez bajo el amparo de una densa sombrilla de defensa antiaérea, o el ataque blindado de las formaciones de tanques y comandos sirios, no fue el fruto de la improvisación, sino de una meticulosa preparación, que además involucró la decepción para despistar a los servicios de inteligencia hebreos.
Lo que me hizo recordar aquella reunión del embajador estadounidense en el país en julio de 1969, cuando por la mañana del 14 de julio (día del ataque salvadoreño) se reuniera con el Jefe del Estado Mayor General salvadoreño y éste le asegurase que no habían planes de ningún ataque contra Honduras o cuando pocas horas después, los oficiales de la Fuerza Aérea incomunicaron a los miembros de la Misión Aérea de ese país en la base de Ilopango, negándoles cualquier oportunidad de dar aviso del inminente ataque.
Israel no dio crédito a los informes de inteligencia que señalaban el incremento de actividad militar de sus enemigos en los bordes fronterizos, su confianza en su poder militar y las anteriores batallas ganadas a los árabes, los llenaron de arrogancia y confianza excesiva. Interesantes lecciones se derivaron de esta guerra, no solo para árabes e israelíes sino para todo el mundo, que asistió al enfrentamiento de la doctrina occidental contra la soviética. Lecciones que se olvidaron hoy día y que pudimos ver en la guerra de Siria y contra ISIS.
Los salvadoreños perdimos de vista que nuestro gran enemigo en la región es Honduras, que nunca nos ha perdonado la humillante derrota que le dimos en 1969. Han sido un obstáculo al desarrollo regional del país y una permanente amenaza que debemos enfrentar, al menos a mediano plazo. Nuestra indolencia les ha permitido apoderarse de la isla Conejo y hemos puesto oídos sordos a su renovado plan de actualización militar que pronto nos pondrá en una situación de desventaja o debilidad militar.

Las voces de aquellos que por el bien económico de sus inversiones en Honduras, es la negativo de ver la realidad, olvidando con ello, una de las lecciones de la guerra de Yom Kippur, una de las principales, nunca tener la guardia baja frente a un enemigo potencial y declarado.
Éste libro hay que leerlo con beneficio de inventario y recordar que como conductores políticos o militares de una nación, nunca debemos cerrar los ojos a lo obvio y preparar a la nación para momentos difíciles.
El capítulo que más me gusto, es el dedicado al Frente Norte, donde los sirios estuvieron a punto de colocar a Israel ante una difícil situación militar que pudo haber cambiado el resultado de esa guerra y quizás, las fronteras que hoy conocemos del Oriente Medio, no fueran las mismas. El asalto de los comandos sirios utilizando cuatro helicópteros para recuperar el Monte Hermon, defendido por dos pelotones israelíes y el posterior contraataque judío para recuperar éste importante bastión en la zona, de película cómo diría un amigo.

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