miércoles, 31 de julio de 2019

LA HISTORIA DE LA LUFTWAFFE

Una trepidante historia sobre el cuerpo aéreo alemán que enfrentó a las potencias aliadas a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, Killen, su autor nos transporta a los albores del naciente poder aéreo alemán allá por 1917, cuando sus endebles cazas enfrentaban a los mejores pilotos británicos y franceses sobre los cielos de Francia. Un relato lleno de aventuras, contadas por los protagonistas, aquellos hombres sobre los que descansaron los mayores éxitos de la aviación alemana así como de su estrepitosos fracaso al final de la guerra.
Desde los cielos de España, donde la Legión Cóndor de Hitler dio sus primeros pasos hasta las cenizas de las ciudades alemanas donde se inmolaron miles de pilotos germanos en un inútil esfuerzo por defenderlas, es una historia llena de pujante valor, de sacrificio y de compromiso con la patria que los vio nacer.
En 342 páginas, el autor nos lleva por los vuelos de combate que leyendas del aire escribieron sobre los cielos del Frente Occidental, Werner Voss, en cuyo triplano azul plateado encontró la muerte después de haber derribado 48 aviones enemigos aliados, el Húsuar Volador descansaba en paz. el 21 de abril de 1918, otro as germano volaba al encuentro de su muerto, Manfred von Richthofen, el Barón Rojo era alcanzado por el fuego de fusilería de la infantería australiana, después de haber derribado 82 aviones enemigos, marca que aun se conserva en el mundo.
Así, desde sus humildes comienzos, Killen nos traslada a los campos de batalla en donde los pilotos de la Luftwaffe dejaron sus vidas pero nos legaron tremendas lecciones de combate, de valor y sacrificio, y una advertencia a los políticos del mundo que aun hoy día se empeñan en ignorar, no vale de nada sacrificar la flor de la juventud de un país por intereses egoístas de sus élites gobernantes.
Los dos capítulos de la obra referidos a la Batalla de Inglaterra, son a mi juicio los mejor logrados por el autor, uno casi revive el vuelo en esas pequeñas cabinas de los cazas contrincantes o la de las acristaladas narices de los bombarderos Heinkel 111 cuando eran atacados por los Hurricane y Spitfire ingleses, que temple la de aquellos guerreros. La batalla se saldo, entre el 10 de julio y el 31 de octubre de 1940 con 1733 aparatos de todos los tipos de la Luftwaffe contra 915 derribados a la Real Fuerza Aérea inglesa.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, la Luftwaffe contabilizaba, entre el 1 de septiembre de 1939 y el 8 de mayo de 1945, la pérdida de unos 94,500 aviones de todos los tipos y murieron en acción 138,596 oficiales, pilotos y tripulantes y 156,000 fueron reportados como desaparecidos, considerándolos muertos.
Sus tumbas yacían desperdigadas desde Noruega a Grecia, en Rusia y en el Desierto Occidental, lugares de descanso eterno para todos ellos. Una excelente lectura para estas vacaciones.

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