Uno de los libros que todo militar debe leer y tener de cabecera, aunque la obra trata más de la experiencia europea y estadounidense en la forja de sus ejércitos y las relaciones con el Estado, sus enseñanzas son universales y aplicables a la realidad latinoamericana. En 471 páginas, divididas en 17 capítulos, el autor nos adentra en la historia de nuestros ejércitos y cómo se fueron desarrollando a lo largo de la historia, en donde podemos apreciar la influencia del pensamiento de los intelectuales, el deber de los militares y cómo todo esto, y otros elementos, influyeron en la formación de un pensamiento militar que cristalizó en el soldado profesional que ahora todos conocemos, el que ya no es discutido si debe obediencia o no al Estado democrático, sino su principal defensor.
Latinoamérica, especialmente, encuentra en esta obra las bases fundamentales de la conducta de sus ejércitos, conducta cristalizada por sus oficiales. Un vaiben de encuentros y desencuentros abatió nuestra región y nos llenó de gobiernos o dictaduras militares, mismas que Europa dejo atras en el siglo XIX. Entonces, qué es lo que hace que nuestra región esté muy rezagada en ese aspecto, rezago que vemos hoy día en nuestros paises, al incrementarse los regímenes autoritarios, que solo son posibles gracias al apoyo de sus fuerzas armadas. Entonces, no hemos aprendido la lección o sólo son ciclos que estamos condenados a repetir debido a nuestra idiosincracia.
No hay duda que esta obra representa un reto para los militares modernos en la región latinoamericana, misma que se ve salpicada de nuevos regímenes autoritarios. La obra, publicada en 1957, vuelve a cobrar vigencia y lo que ayer fue un estudio histórico, hoy se vuelva una premonición cumplida.
Para mí fue interesante descubrir el inició del soldado profesional en la lejana Prusia, pues como es bien sabido, al ejército salvadoreño se le conoce como la Prusia centroamericana, y la influencia de la doctrina prusiana y alemana es muy notoria y marcada en neustro pequeño ejército. Adentarse en el desarrollo profesional de ese ejército, es una forma de abordar su legado en nuestro ejército y conocer más de nuestra historia.
Lastimosamente en nuestra región, los ejércitos solo han sido instrumentos del poder económico o político que han ayudado a mantener el estatus quo, y cuando han intervenido para propiciar los cambios necesarios en nuestras sociedades, su inpulso reformador se ahoga con el tiempo, creandose, lo que otro autor ha dado en llamar "una oportunidad perdida".
Un capítulo muy interesante es el referido al antes y despues de la organización del ejército estadounidense y su influencia política militar, ya no solo dentro de sua fronteras, sino en la arena internacional, teniendo como punto de referencia la Segunda Guerra Mundial. Sin duda es un libro que debemos leer con mucho detenimiento y sacar sus lecciones, tan actuales, para nuestros soldados.